Tegucigalpa, Honduras.- Ciertas fechas parecen teñir de duda incluso las decisiones más meditadas. El viernes 13, por ejemplo, carga con un estigma de mala suerte que, aunque infundado, puede influir en cómo algunas personas enfrentan momentos cruciales en sus relaciones.
No es raro que posterguen una conversación o una ruptura “para no tentar al destino”, a pesar de tener claridad emocional desde hace tiempo.
En consulta, este fenómeno se manifiesta con más frecuencia de lo que se cree. La psicoterapeuta Helen Maradiaga ha observado que “algunas personas evitan cerrar ciclos o tomar decisiones afectivas relevantes en fechas que asocian con fatalidad. No por convicción, sino debido a un sesgo cognitivo que distorsiona la percepción del riesgo”.
Este sesgo, desde un enfoque clínico, corresponde a lo que se denomina “pensamiento mágico”, es decir, una forma de razonamiento que atribuye causalidad a coincidencias o símbolos sin base científica.
Lo curioso es que esta evitación no responde a una creencia formal o estructurada, lo hace a una predisposición emocional difusa. Por ejemplo, la persona no necesariamente cree que algo malo ocurrirá, pero actúa como si lo creyera.
Como señaló Maradiaga, “en la toma de decisiones afectivas, el pensamiento supersticioso ofrece una excusa externa para aplazar lo que resulta emocionalmente complejo”.
Por ello, actuar con claridad, incluso en días “incómodos”, denota madurez afectiva.“Una decisión es terapéutica no por cuándo se toma, sino por cómo se formula: con análisis, responsabilidad y coherencia con el propio malestar”, concluyó la experta.
Pláticas difíciles, acuerdos sanos
Las decisiones importantes en pareja exigen diálogo claro; y sí, es normal sentir un poco de ansiedad ante una charla incómoda, pero postergarla generará más tensión y distancia. Aquí cinco consejos para iniciar esa charla sin herir, huir ni renunciar.
- Elija el momento y lugar: busque un momento sereno y un lugar neutral que favorezca la concentración y el respeto. Considere que la disponibilidad mutua es tan importante como el contenido de lo que se va a decir.
- No reproche: evite el “tú siempre” o “tú nunca”, que suena a reproche y activa la defensa. Mejor hable de lo que siente o necesita, invitando al otro a comprenderlo y no a justificar sus actos.
- Hable claro y sea flexible: exprese sus límites y deseos con claridad, sin rodeos ni amenazas encubiertas. Al mismo tiempo, mantenga una disposición genuina a escuchar la perspectiva del otro y ajustar expectativas si es necesario.
- Valide la incomodidad: reconozca que el tema puede ser sensible para ambos, y que aún así están buscando hablarlo. Este paso crea un marco de respeto y contención que permite seguir adelante con la conversación.
- Propongan acuerdos: una conversación difícil no debe terminar solo con un “entendido” o “a ver cómo nos va”. Fijen compromisos concretos que puedan revisarse periódicamente.
Aunque los acuerdos sean mínimos, son señal de voluntad. Si lo considera necesario anoten lo pactado y afinen detalles en otro momento.
Otras supersticiones asociadas al viernes 13
- Ni bodas ni pedidas de matrimonio: muchos descartan el viernes 13 para compromisos sentimentales como bodas o pedidas de mano. Temen que el vínculo “nazca mal” o esté destinado al fracaso.
- No iniciar mudanzas: cambiar de residencia en este día es mal visto en ciertos entornos por la creencia de que “la energía queda trancada”. En ese sentido, se convierte en un ritual de contención a los nuevos comienzos.
- No tomar decisiones financieras: inversiones, compras grandes o firmas notariales suelen aplazarse por temor a una “mala racha”. Esta superstición se esconde bajo la “prudencia”.
