Apego seguro, ansioso o evitativo: ¿qué estilo define su relación de pareja?

Comprender estos patrones no implica excusarnos, sino reconocer que nuestras formas de amar tienen raíces más antiguas que nuestras historias de pareja actuales

  • 10 de septiembre de 2025 a las 10:51
Apego seguro, ansioso o evitativo: ¿qué estilo define su relación de pareja?

Tegucigalpa, Honduras.- ¿Cuántas veces se ha preguntado por qué, aun con amor de por medio, las parejas tropiezan una y otra vez en los mismos conflictos? ¿Será incompatiblidad o falta de cariño? No siempre se trata de estos aspectos, sino de algo más profundo.

En la gran mayoría de los casos, los conflictos o malentendidos gravitan alrededor de la manera en que aprendimos a vincularnos desde la infancia.

Los estilos de apego (seguro, ansioso, evitativo y desorganizado) no son meras etiquetas psicológicas. Cada uno de estos matices es una huella invisible que moldea la manera en que usted y su pareja se comunican, buscan afecto y gestionan la cercanía mutua.

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Según la psicóloga Mary Ainsworth, pionera en el estudio del apego, "las experiencias tempranas de cuidado establecen modelos internos de relación que se replican en la vida adulta". Este conocimiento abre un mapa para transitar con mayor consciencia el camino del amor y las relaciones interpersonales.

En considerable medida, su crianza y entorno infantil le marcan de forma indeleble. Como seres humanos, todos tendemos a buscar lo que nos resulta familiar y reiteradamrmente repetimos lo que no sanamos.

De hecho, los hijos de padres divorciados o familias moparentales tienen una mayor tendencia estadística a reflejar en su propia vida el patrón relacional que vieron y vivieron, por lo que la incidencia de divorcios y padres o madres solteras es alta entre ellos.

En vista de estos aspectos, ¿cómo podemos revertir los efectos negativos de nuestra crianza y potenciar los aspectos que sí fueron positivos, para mantener una relación madura y saludable con nuestro cónyuge? Tenga la bondad de tomar nota de estas recomendaciones valiosas:

1. Reconocer su propio estilo de apego

Identificar si tendemos a la dependencia, a la evasión o a la seguridad es el primer paso hacia relaciones más sanas. El psicólogo Amir Levine, coautor de Attached, señala lo siguiente: "Conocer tu estilo de apego es como tener un manual de instrucciones para tus emociones".

Este autoconocimiento evita culpar al otro por dinámicas que en realidad provienen de nuestra biografía afectiva y la forma en que fuimos tratados por nuestros padres y entorno familiar.

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¿Cuál es su estilo de apego?

1. Apego seguro. Quienes lo desarrollan confían en sí mismos y en los demás. Se sienten cómodos con la intimidad, saben pedir apoyo sin miedo y ofrecen cercanía sin temor a perder su independencia.

2. Apego ansioso. Predomina el temor al abandono. Estas personas suelen buscar confirmación constante de amor y atención, interpretan con facilidad la distancia como rechazo y se angustian si perciben frialdad en la pareja.

3. Apego evitativo. Aquí el individuo valora en exceso la autosuficiencia y evita la vulnerabilidad. Pueden mostrarse distantes, restar importancia a la intimidad y preferir relaciones donde mantengan un amplio margen de control.

4. Apego desorganizado. Es el más complejo: combina deseo de cercanía con miedo a ella. Surge a menudo de experiencias tempranas de trauma o cuidado inconsistente, generando vínculos caóticos, con oscilaciones entre la búsqueda de afecto y el rechazo del mismo.

¿Existen otros estilos de apego? En la teoría clásica de Bowlby y Ainsworth, estos cuatro abarcan los patrones principales de apego. Algunos investigadores han propuesto matices intermedios o subtipos (como el “evitativo temeroso” o el “ansioso-preocupado”), pero en esencia todos se enmarcan dentro de estas cuatro grandes categorías.

2. Cultivar la comunicación abierta y empática

El que usted sepa cómo expresar lo que necesita con claridad, sin suponer que la pareja debe adivinarlo, reduce fricciones y fortalece la complicidad. Aquí no hay lugar para la comunicación pasivo-agresiva o histriónica.

Tampoco para decir "sí"pero querer decir "no" en realidad, o viceversa. Además, requiere sinceridad y una dosis de humildad. Y es que hablar de sus miedos y vulnerabilidades parecería que es para débiles, pero no es así. Es lo contrario, y solidifica la confianza mutua.

Fomentar su regulación emocional

En lugar de reaccionar con impulsividad, que es lo más fácil, resulta clave aprender a detenerse, respirar y responder desde la calma, intentando cambiar sus patrones de comportamiento habituales y que subyacen en su personalidad.

Esto ayuda a que usted logre romper círculos viciosos donde uno persigue y el otro huye, escenario clásico entre estilos ansiosos y evitativos, por ejemplo. Como reza el aforismo: "Nunca tome decisiones o aborde situaciones delicadas estando excesivamente enojado, triste o extremadamente feliz". Las decisiones se toman con cabeza fría, en calma y ataraxia, sin olvidar los sentimientos.

Practicar la paciencia, la reconfiguración y fortalecer su autoestima

Los patrones de apego no son sentencias definitivas sino que pueden modificarse con experiencias reparadoras y vínculos saludables, no tóxicos. Si bien es cierto que todos nacemos con cierto temperamento heredado genéticamente y desarrollamos nuestro carácter conforme la vida nos moldea, también es muy cierto y comprobado que el amor, cuando se acompaña de consciencia, self-awareness, perspicacia y una dosis de humildad, tiene capacidad transformadora.

Resuélvase a tener paciencia con su pareja y con usted mismo, e intente reconfigurarse hasta donde le sea posible. Cultive su inteligencia emocional y robustezca su amor propio y empatía por todos, especialmente por su prójimo más cercano, su cónyuge.

Buscar apoyo profesional cuando sea necesario

La terapia de pareja o individual puede iluminar los rincones oscuros de nuestra manera de relacionarnos y ofrecer herramientas prácticas para sanar. El simple acto de pedir ayuda ya constituye un paso hacia una relación más plena. Jamás desestime la importancia de la ayuda psicológica profesional.

Tal como el cuerpo físico se enferma o sufre debilidades y necesita de médicos especialistas, también su mente necesita reajustes, vías de alivio y los medios de reparación que provienen de la terapia mental profesional. La terapia personal y de pareja puede hacerle ver aspectos y situaciones de la vida, incluso los aparentemente conflictivos, desde prismas diferentes y nuevos.

Apego seguro, ansioso o evitativo: ¿qué estilo define su relación de pareja?

¿Qué hay de nuestra cultura hondureña, latina, en la que la familia suele ser extensa y los lazos comunitarios pesan con fuerza, y la marca de esas vivencias, para bien o para mal, es más profunda? Los estilos de apego adquieren matices particulares. Muchas veces, la cercanía intensa o la dependencia emocional se normalizan bajo el manto de la tradición, mientras que la autonomía puede confundirse hasta con desapego.

Incluso el buscar ayuda profesional y terapia de pareja suele verse con recelo. Comprender este trasfondo cultural, a veces no ideal, nos permite mirar nuestras relaciones con más equilibrio y mayor benevolencia, sin caer en juicios simplistas o tradicionales.

Tenga siempre presente que aprender sobre nuestro estilo de apego no es un ejercicio académico, sino una invitación a relacionarnos con mayor lucidez. Comprender cómo amamos y cómo buscamos ser amados es un acto de valentía y de respeto hacia nosotros mismos y hacia quienes comparten nuestro camino. Y es que, en definitiva, pocas cosas resultan tan revolucionarias como amar con conciencia.

Sea ejemplo

Si usted es padre o madre, tiene una enorme responsabilidad: ser un ejemplo de equilibrio y de templanza para sus hijos. De su forma de relacionarse con ellos, de su trato hacia ellos y de la forma en que ellos ven que usted se relaciona con su pareja, quedarán huellas casi imborrables en la mente y corazón de los pequeños que, para bien o para mal, les formarán su carácter.

Quizás usted mismo está repitiendo en ellos la forma en que a usted sus padres le criaron. No obstante, si bien es cierto que usted no puede cambiar el mapa temperamental genético de sus hijos, sí está en sus manos moldear, cual barro de alfarería, el carácter de sus pequeños de forma positiva. Sea responsable.

Si usted es displicente en este crucial aspecto, serán sus hijos los que en la edad adulta experimentarán disfunciones emocionales o comportamientos antisociales, luchando con esos "demonios" psicológicos. Y el peligro es que ellos mismos perpetúen ese ciclo con la siguiente generación. Corte de raíz esos círculos viciosos y negativos desde ahora.

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Lourdes Alvarado
Lourdes Alvarado
Periodista

Licenciada en Periodismo por la UNAH. Content creator, proofreading, desarrollo en medios digitales, visuales e impresos.

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