TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Es un hecho, Semana Santa nos dejó llenos de recuerdos, imágenes y sensaciones placenteras... Pero también hay una “cara B” de este periodo vacacional. Esa que se deja ver en la piel, que provoca deshidratación, brotes y envejecimiento prematuro.
Desafortunadamente, lo intrínseco a Semana Santa -la alta exposición solar, desvelo, comida decadente y consumo de bebidas carbonatadas o alcohólicas- puede causar estragos en este órgano.
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Partiendo de ahí, Kathya Chinchilla, especialista en Dermatología y Dermatopatología, sugiere una rutina volcada a renovar la piel.
Y el primer paso para mejorar el estado general de su piel es volver a sus hábitos saludables. Esto incluye un buen descanso, comer alimentos integrales y vegetales, hacer ejercicio nuevamente y, por supuesto, beber más agua y menos alcohol.
Una vez que haya comenzado a hidratar y desintoxicar su cuerpo de adentro hacia afuera, no se puede enfatizar lo suficiente la importancia de usar los productos adecuados para la situación actual de su piel.
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“Lo más importante para rehabilitar la piel es la hidratación, se deben aplicar cremas, geles o leches hidratantes. En el mercado hay muchos productos hidratantes a base de aloe, manteca de karité y otros emolientes que disminuyen la inflamación provocada por la exposición solar y la deshidratación de la piel”, asegura Chinchilla.
En suma, sugiere el uso de “dermolimpiadores que sean gentiles con nuestra piel y no utilizar jabones olorosos que pueden resecar o incluso irritar. Debe ser un dermolimpiador hidratante, que restaure nuestra barrera cutánea y que tenga un pH adecuado”.
