Tegucigalpa, Honduras.- La cuenta regresiva para la administración 2022-2026 de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) ha comenzado y, a menos de un mes de que concluya este período, el proyecto habitacional Villa Solidaridad se mantiene como un ejemplo de promesas incumplidas.
El proyecto, que prometía ofrecer viviendas dignas a familias afectadas de la colonia Guillén, muestra un avance mínimo de apenas 23.06 %, según los últimos datos proporcionados por la misma comuna capitalina.
La AMDC había asegurado a los beneficiarios que la primera vivienda sería entregada en diciembre de este año. Sin embargo, a pocos días de que finalice el mes, esas palabras quedaron solo en promesas.
Durante las tormentas de octubre, unas 17 casas más se perdieron y la alcaldía reiteró nuevamente que Villa Solidaridad sería una realidad. No obstante, la situación no cambió y las viviendas ubicadas en la salida a Olancho permanecen sin avances, cubiertas de maleza y sin presencia de personal trabajando.
El presupuesto destinado al proyecto también refleja la magnitud del retraso. Hasta la fecha, se ha ejecutado un monto de 32,840,670.56 lempiras en una obra que aún no alcanza ni siquiera la mitad de su primera fase. La inversión total del proyecto ronda los 140 millones de lempiras.
Villa Solidaridad comprende un total de 180 lotes para viviendas unifamiliares, de los cuales la primera etapa contempla la construcción de 105 casas. Según la AMDC, las primeras 27 viviendas están en proceso de construcción; sin embargo, a pocos días de iniciar enero de 2026, el proyecto continúa prácticamente abandonado.
Las autoridades justificaron a principios de septiembre que el retraso se debe, en parte, a los trabajos en la planta de tratamiento, la cual permitirá la conexión del alcantarillado sanitario para las 27 viviendas en proceso.
El proyecto habitacional se mantiene paralizado y más de 200 familias solo conservan la esperanza de contar con una vivienda digna, luego de que el alcalde Jorge Aldana prometiera desde 2022 que la obra sería concluida.
La falta de avances ha provocado que los terrenos estén cubiertos de maleza, lo que incrementa la percepción de abandono del proyecto habitacional en la zona.
La alcaldía prometió en septiembre que se trabajaría en las primeras viviendas para lograr su entrega a finales de año, pero nuevamente todo quedó en promesas.
“Se ha trabajado en los bloques C y G, así como en la planta de tratamiento, que es fundamental para poder avanzar con las conexiones sanitarias y eléctricas”, aseguró en septiembre la Dirección de Control y Seguimiento.
Expertos en planificación urbana señalan que proyectos de esta magnitud requieren supervisión constante y transparencia en los avances para evitar que queden solo como promesas, tal como ocurre con Villa Solidaridad.
A menos de un mes de que concluya la administración actual, Villa Solidaridad sigue siendo un recordatorio de que la ejecución de proyectos habitacionales en la capital requiere mayor compromiso y seguimiento para cumplir con quienes más lo necesitan.