Centro histórico de Tegucigalpa se deteriora ante el abandono de sus inmuebles
En el centro histórico de Tegucigalpa, varias casas abandonadas presentan grietas profundas, techos destruidos y arbustos en las paredes. Muchas sirven de refugio a personas en condición de calle y en puntos vulnerables para la inseguridad.
- Actualizado: 13 de diciembre de 2025 a las 00:00
La delincuencia es la causa de abandono del antañón centro histórico de Tegucigalpa. “Muchos le tienen miedo al centro y prefieren mudarse a zonas residenciales donde se sienten más seguros”, comenta don Antonio Valladares, residente del centro.
Para el historiador Jorge Amaya el abandono se debe al desplazamiento del centro histórico tras la salida de oficinas gubernamentales en los años 80. Esto devaluó los terrenos y provocó que los dueños descuidaran sus propiedades históricas.
Amaya recomienda un plan integral de restauración similar al de Comayagua Colonial, que involucre a vecinos y autoridades. “Solo así se podría recuperar el valor histórico y urbano del centro de Tegucigalpa”, dice.
El Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) dicta lineamientos de conservación que los propietarios deben cumplir. “Responsabilidad por el deterioro y la falta de mantenimiento recae sobre los dueños de inmuebles históricos”.
Muchas casas abandonadas se han convertido en refugio de delincuentes, lo que aumenta el riesgo para quienes transitan por la zona. La mezcla de deterioro físico y amenaza de inseguridad convierte al centro histórico en un área poco atractiva.
El IHAH recuerda que los lineamientos de conservación son obligatorios. “Es un deber de los propietarios mantener estos inmuebles para preservar la identidad histórica de Tegucigalpa”, afirmó su director Rolando Canizales.
El crecimiento de arbustos en paredes y techos destruidos evidencia años de abandono. Sin mantenimiento constante, estas viviendas no solo pierden su valor histórico, sino que representan un peligro estructural para los transeúntes y residentes cercanos.
El colapso de paredes y techos ocurre cada año, y no hay multas inmediatas para los dueños. Esta situación refleja la falta de interés por la preservación del patrimonio y la necesidad de políticas de mantenimiento.
Personas en condición de calle ocupan estas casas, y los ladrones se aprovechan de la ausencia de vigilancia, lo que genera un círculo de miedo que aleja a los residentes y visitantes del centro.
Cada año, más viviendas en la avenida Gutenberg, calles del Casco Histórico y barrios como Abajo y La Concepción colapsan sin que los dueños intervengan. La falta de mantenimiento y el abandono prolongado aceleran el deterioro de estas casas patrimoniales.