Tegucigalpa, Honduras.- Las probabilidades de sufrir un accidente vial dentro de una vivienda son bajas, pero no imposibles. La imprudencia de algunos conductores del transporte urbano puede volverlo una realidad.
Eso sucedió en la colonia San Francisco de Comayagüela, cuando un bus tipo "rapidito" excedió la velocidad en una curva y terminó incrustado en una vivienda. Los dueños quedaron atrapados en el interior, mientras que varios pasajeros resultaron heridos.
“Acababa de venir de trabajar, metí el carro y al rato solo escuché el estruendo”, relató el propietario de la casa, quien no sufrió lesiones, aunque registró cuantiosas pérdidas materiales.
El garaje quedó destruido, así como el vehículo que estaba estacionado dentro. Además, dos postes de tendido eléctrico colapsaron, dejando sin energía a decenas de hogares.
“Yo venía en un taxi detrás; el bus iba demasiado rápido. Incluso el cobrador jalaba a la gente de la ropa para que se subieran rápido y arrancar”, denunció otra de las testigos.
El saldo fue de al menos seis personas heridas y daños materiales considerables.
Esta situación provocó indignación y molestia por parte de los pobladores de la zona que a diario tienen que utilizar estos buses para movilizarse hasta sus destinos. Algunos aseguraron que las imprudencias son una rutina diaria a la que tienen que sobrevivir.
“A mi también me ha pasado, me les he bajado una o dos cuadras antes de donde me tengo que bajar. Yo estoy mayor y no lo dejan ni que se siente uno, poniendo el pie en la grada y arrancan como locos”, denunció Alba Rivera, residente de la San Francisco.
Rivera, una señora de 72 años, aseguró que tiene la esperanza de que “tomen atención las autoridades correspondientes para que frenen a todos esos y les cancelen el permiso de operación, porque no respetan ni a los ancianos ni a los niños que van ahí”.
De su parte Cinthia Vallecillo, quien vive unos metros después de la conocida ‘vuelta del molino’, donde ocurrió el accidente, comentó: “Hoy yo me vine en uno que casi caigo sentada porque ellos no lo dejan a uno ni que se sienten”, denunció.
Estas no son denuncias aisladas, de hecho, una gran parte de las personas que utilizan estas rutas se quejan de la irresponsabilidad con la que suelen manejar los conductores del sector.