Tegucigalpa, Honduras.- “Uy, la sangre de Cristo, Dios mío. Mire lo que hizo, por andar peleando”, lamentó una usuaria mientras intentaba auxiliar a un hombre de la tercera edad que cayó al suelo tras un arranque brusco de una unidad de transporte público.
El incidente fue captado en video por la ciudadana que luego lo publicó en redes sociales para hacer la denuncia pública. Las imágenes se viralizaron rápidamente, ya que muchos capitalinos se sintieron identificados con la escena, asegurando que este tipo de situaciones ocurren a diario en las calles de la capital.
“Por favor, dueño de este y otros buses, necesitamos que este tipo de personas nunca más tenga una licencia ni trabaje con personas. No son aptos”, reclamó Dina López, usuaria regular del transporte público.
Por su parte, Reina Núñez, otra pasajera frecuente, expresó: “Todos esos ‘rapilocos’ deben ser vigilados. Poco les importa matar a alguien; si uno les reclama, son capaces de echarle el bus encima. Es un peligro viajar con ellos”.
Estos casos no son aislados. Decenas de personas que a diario tienen que abordar una unidad del trasporte para llegar a sus trabajos o hacer sus diligencias, hacen reclamos similares de la irresponsabilidad de los conductores.
EL HERALDO abordó un bus y realizó el recorrido para confirmar las quejas de los ciudadanos. En una de las unidades, todos los asientos estaban llenos, no obstante, el cobrador seguía acumulando pasajeros, hasta dejar a algunos al borde de la puerta, con el riesgo de caer en cualquier momento.
En otro abordaje, el exceso de velocidad fue el protagonista. Los usuarios temían bajarse de la unidad y caerse, debido a los bruscos arranques o frenazos del chofer que conducía.
Para la población esto se ha convertido en el diario vivir, de tal manera, que incluso ya saben de donde sostenerse o qué posición tomar para evitar caer en medio de las imprudencias de los conductores.
Enox Funez, subcomisionado de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) aseguró que los conductores de transporte urbano “son los más irresponsables en el uso de la vía”.
Entre las faltas más comunes que cometen resaltan: la carencia de licencia de conducir o el uso de un permiso liviano para manejar un vehículo pesado, además del exceso de pasajeros. Las tres son consideradas faltas graves.
Este tipo de actos son sancionados con multas de hasta 600 lempiras. La más alta se impone por conducir en estado de ebriedad, por esta infracción se deben pagar 13,900 lempiras, además se les revoca la licencia por seis meses. Esta infracción es muy común en el rubro, según Funez.
El subinspector también agregó faltas como puertas abiertas, mal estacionamiento, hablar por el teléfono y no usar el cinturón. Estas se categorizan como infracciones menos graves.
No obstante, si se les encuentra cometiendo cualquiera de estas acciones, también se les multa con un pago de entre 300 y 400 lempiras.
Funez instó a los conductores de transporte público a “tener una conducción responsable, respecto a la Ley Tránsito, hay que respetar a los motociclistas y los peatones”.
Además, le recordó a la población la importancia de que denuncien este tipo de choferes. “Pueden llamar al 3399-46600”, ese número está habilitado exclusivamente para atender denuncias sobre conductores que violenten la Ley de Tránsito y pongan en riesgo el bienestar de la ciudadanía.
