Las autoridades y alumnos del Instituto Técnico Honduras (ITH) se han valido del reciclaje para sortear un problema que el gobierno ha descuidado por años.
Con la tormenta del lunes santo el muro perimetral del centro educativo cayó y dejó a merced de la delincuencia el complejo educativo.
Por lo cual el personal y estudiantado decidieron levantar con sus propias manos el muro perimetral apoyados en una ingeniosa alternativa: la construcción con botellas plásticas de refrescos llenas de tierra.
Los pocos recursos para sufragar una construcción de gran envergadura, la indiferencia de las autoridades del Poder Ejecutivo y la ola de inseguridad motivaron a los altos mandos del centro a explorar esta ecológica alternativas.
El nuevo escudo de protección estará compuesto por unos 7,000 recipientes desechables cargados de sedimento.
Delio López, encargado de la oficina de mantenimiento, aseguró que la voluntad y las botellas son los únicos elementos que necesitan para resguardar la institución. Y así como el material reciclado se ha transformado en la infraestructura, el trabajo de padres, maestros y niños edificará la obra.
Según los encargados, unos 60 metros lineales serán rehabilitados con la construcción artesanal para blindar al centro que alberga a unos 3,100 alumnos.
El Técnico Honduras tiene una extensión de 6,576 metros cuadrados.