Tegucigalpa, Honduras.- Un video difundido por un vecino del barrio Morazán, conocido popularmente como "Los Jucos", captó el momento en que un hombre lanzaba ramas y restos de árboles a la quebrada La Orejona, llenando de desperdicios un proyecto recién inaugurado con la finalidad de evitar inundaciones en la zona.
En el primer video se observa al ciudadano, quien vestía una sudadera azul, tirando grandes cantidades de ramas y hojas directamente al cauce de la quebrada.
En una segunda toma, el individuo, sin importar los llamados de atención ni el hecho de que estaba siendo grabado, continuó lanzando las ramas.
El clip fue enviado por el mismo habitante de la zona al alcalde capitalino, Jorge Aldana, quien se trasladó al lugar para retirar él mismo las ramas y realizar las labores de limpieza. "Casi nunca me enojo, pero me siento indignado. Un vecino me mandó el video donde se ve, descaradamente, a un ciudadano tirando una gran cantidad de ramas en ese canal", alegó Aldana.
Agregó: "Personalmente, me metí y saqué ese montón de ramas y basura que arrojó ese ciudadano. No es posible que juguemos con la vida de la gente. Nosotros hacemos todo lo posible para evitar que se desborde el cauce y proteger a las familias".
Los pobladores expresaron su molestia ante este tipo de prácticas, ya que aseguran que cada temporada de lluvias han sufrido inundaciones ante la gran cantidad de basura que hacen que la quebrada se desborde.
"Por eso muchas cosas no funcionan, porque la misma población es inconsciente". "Después están llorando porque se inundan, pero ellos mismos tienen la culpa", son algunos mensajes de los usuarios en el video viralizado.
Tras lo ocurrido, el edil capitalino dio la instrucción a la Policía Municipal para sancionar a la persona grabada, denunciando que "no es posible que vean esta quebrada como si fuera un basurero".
El pasado 17 de septiembre se inauguró la obra de mitigación en el sector de Los Jucos, barrio Morazán de Tegucigalpa, con una inversión, valorada en 65 millones de lempiras, beneficiará a más de 10,000 habitantes de la zona.
El proyecto busca reducir el impacto de la quebrada La Orejona, que durante décadas provocó inundaciones y pérdidas materiales en el barrio Morazán y sectores aledaños.