TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Mientras 566 jóvenes universitarios se graduaban de subinspectores auxiliares de la Policía Nacional, las familias de los tres aspirantes a oficiales que murieron ese fatídico 11 de septiembre en la Academia Nacional de Policía (Anapo) el miércoles imploraban por justicia para sus muertos.
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El médico en cirugía Kevin Jakniel Mejía Sánchez (29), el abogado Ronal Javier Coello Coello (35) y el licenciado en informática Jairo Josué Martínez Cruz (26) perecieron el mismo día que ingresaron a la Anapo (en el caso de Jairo y Ronal) y Kevin ocho días después, el 19 de septiembre.
Sin tener una respuesta clara y fidedigna de parte del Estado sobre qué fue lo que en realidad provocó el fallecimiento de los tres profesionales, sus parientes llegaron a la sede principal del Ministerio Público (MP), en la capital, a exigir una respuesta.
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Doloroso testimonio
Con lágrimas en sus ojos y con voz entrecortada, don Leonardo Martínez, padre de Jairo, expresó: “Es duro, porque es lo que más deseaban ellos, graduarse, y la verdad de que son ingratas esas personas, porque las instituciones son nobles, pero dentro de la institución (Policía) hay tipos que no se tocaron el corazón para hacerle daño a estos jóvenes”, lamentó.
En medio de su tristeza, don Leonardo exteriorizó: “Ahí están los responsables intelectuales y hoy están celebrando, alegres, y nosotros estamos tristes, llorando, y lo quieren arreglar con ascenderlos (póstumo)”.
Los parientes de las tres víctimas mortales denunciaron que a la fecha -casi seis meses después- no tienen los resultados del dictamen forense en el que se les diga cuál fue la causa real de los tres decesos.
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Relato de sobreviviente
Ramiro Banegas es uno de los aspirantes que resultó afectado ese día y contó que “gas lacrimógeno no hubo. Mucha dice que hubo gas pero no lo hubo, es más, ni siquiera a las habitaciones pudimos ir”.
Siguió: “A las 12:00 del mediodía fuimos a formación para ir al comedor y después de eso vinieron más formaciones y estar bajo el sol y luego la iniciación que es correr con los maletines; algunos andábamos maletines muy grandes”. Ramiro dijo que “se maneja que probablemente fue por la comida. Golpes no hubo en lo absoluto”.
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