En el vórtice

En “Cartografía mínima”, su primer poemario, Julio Torres traza un mapa íntimo donde la vida cotidiana se convierte en materia poética

  • 10 de septiembre de 2025 a las 11:27
En el vórtice

Tegucigalpa, Honduras.- “Esta fe de antihéroe en el vórtice de los deshuesaderos” (p. 49)

“Cartografía mínima” es el primer libro que publica Julio Torres, residente en La Lima, Cortés, y hace ver (una vez más) que la poesía es una especie de engaño puesto al descubierto en el que el mundo exterior al poema es reemplazado por la expresión verbal.

Para que la poesía se encarne en vida, el poeta solamente tiene a su disposición los medios figurativos del lenguaje.

Territorio del sueño y de la vigilia

En esta ópera prima, el autor enfoca su mirada en la realidad inmediata que le rodea y, mediante su imaginación poética, encuentra palabras diáfanas capaces de dar cuenta de los intersticios de ese entorno.

Torres, sólidamente anclado en su paraje circundante, acude a la reticencia y a la frágil maquinaria verbal a fin de crear un espacio imaginativo propio: “Persigo el poema entre la ropa sucia/ y los cables del tendido eléctrico” (p. 11).

Aquí yace una aguda percepción visual junto a las necesarias virtudes literarias para dar con la forma lingüística palpable y viva.

Así, “Cartografía mínima” se basa en experiencias personales como material susceptible de trocarse en poesía, lo que a Julio Torres le permite decir que “a medianoche/ un vaso de agua es todo el mar que tengo./ Busco una gota de música/ en el silencio y su violín abandonado” (p. 11). Y es que la palabra conforma un dique de resistencia que ampara la libertad de la ciudadela interior del arte.

Este poemario consigue transformar ideas en objetos del lenguaje con “el ojo derretido de una vela sobre la furia y la escritura” (p. 14). Se trata de hilvanar tiempos e historias diferentes donde el poeta es “el prófugo,/ el que atrapa metáforas en el sueño de los tigres” (p. 15), y, de otro lado, se fusionan estados de conciencia que inducen al acto de escribir: “en la urdimbre de las palabras/ mis máscaras yacen agotadas” (p. 25).

El autor de “Cartografía mínima” asume la condición de sobreviviente, y a ello contribuye su oído de poeta para el matiz preciso y el peso de cada palabra: “busco el rastro de los inquebrantables/ los que bebieron/ con el rostro iluminado/ la copa del martirio” (p. 44).

También contraataca las instigaciones del contorno mediante el impulso del deleite y del placer: “vienes desnuda, implacable/ tu piel diluye toda la tristeza/ que cubre los arbustos de la ciudad” (p. 35), y “arde el cuerpo/ a la misma temperatura germinan las palabras” (p. 11).

En definitiva, si bien “el hilo añejo con la espada/ se balancea sobre mi cabeza” (p. 45), y “alguien se desnuda/ con el plumaje atravesado por un hilo de sangre” (p. 12), Julio Torres logra en este libro cartografiar su talento literario y dar una buena muestra del poder y de la gracia del lenguaje.

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Hernán Antonio Bermúdez
Hernán Antonio Bermúdez
Escritor y crítico literario

Perteneció a los grupos de vanguardia cultural Vidanueva y Tauanka. Fue uno de los fundadores de la Editorial Guaymuras. Ha publicado los libros “Retahíla”, “Cinco poetas hondureños”, “Afinidades” y “Resquicios”.

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