Siempre

Milena Dravić: adiós a la actriz de oro de la antigua Yugoslavia

FOTOGALERÍA
21.10.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El pasado domingo 14 de octubre falleció en Belgrado, Serbia, la actriz Milena Dravic. Quizás en Occidente su nombre no nos resulte familiar en el séptimo arte -tal vez para algunos cinéfilos-, sin embargo, su partida al más allá fue lamentada tanto por serbios como croatas, bosnios, eslovenos y en casi toda la península de los Balcanes. Se trataba de la actriz más laureada y querida de la antigua Yugoslavia.

Su vida y sus filmes
Milena Dravic nació en Belgrado el 5 de octubre de 1940. A los 19 años debutó con el filme Vrata Ostaju Otvorena (“La puerta permanece abierta”) en 1959.

A lo largo de casi 60 años se forjó una sólida carrera en la que participó en 158 producciones (123 largometrajes, 27 series para televisión y ocho cortos) y se agenció un récord de dos Zlatna Arena y cinco Srebrna Arena (los máximos galardones que se otorgaban anualmente a lo mejor del cine yugoslavo), entre otros reconocimientos.

Que durante la Guerra Fría viviera en el lado este de la cortina de hierro no fue obstáculo para que actuara al lado de algunas figuras rutilantes del cine como Anna Karina en Le Soldatesse (1965), un drama en clave road-movie bélica de Valerio Zurlini; con Yul Brynner, Franco Nero y Orson Welles en “La batalla del río Neretva” (1969), la superproducción más costosa del cine yugoslavo (12 millones de dólares, lo que costó hacer “2001: Odisea en el espacio”) y que compitió en los Oscar de 1970 a Mejor película extranjera; con Richard Burton e Irene Papas en “La batalla de Sutjeska” (1973); con Romy Schneider en Group Portrait with a Lady (1977) y hasta con un jovencísimo Brad Pitt en “El lado oscuro del sol” (1988).

Lea además: Menonitas, entre su tradición y la modernidad

De su variada filmografía quiero destacar tres películas. La primera es Poseban Tretman (“Tratamiento especial”), filme de Goran Paskaljevic, uno de los tres cineastas más respetados que surgieron de la antigua Yugoslavia junto con Dušan Makavejev y Emir Kusturica.

Por su papel en esta comedia de humor negro en un centro de rehabilitación de alcohólicos mediante métodos poco ortodoxos, Milena se hizo acreedora a la Palma de Oro de Cannes como Mejor actriz secundaria en 1980.

La segunda a destacar es Touha Zvaná Anada (literalmente “Un deseo llamado Anada”, pero que en Occidente fue traducido como “A la deriva”), de 1971 del dueto checo Ján Kadár y Elmar Klos (quienes en 1966 ganaron el Oscar a Mejor película extranjera por “La tienda de la calle mayor”).

Aquí interpreta a Zuzka, una esposa sencilla, ama de casa y campesina que vive en una cabaña junto al lago, en una trama donde las pasiones humanas poco a poco se van exacerbando en ese ámbito idílico y misterioso.

Y la tercera recomendación es la película con la que conocí a Milena: “W.R.: Misterios del organismo” (1971), una sátira política en la que encarna a una feminista socialista que pugna por abolir la represión sexual impuesta por los sistemas políticos en los agitados años sesenta.

Algunos filmes mencionados en esta nota los encuentra subtitulados en YouTube. Hoy es un día libre propicio para que aprecie el talento de Milena Dravic y salga de su zona de confort cinematográfica conociendo el cine de otras fronteras, esas que las guerras se empeñan en alterar.