Crímenes

Arte y palabra: la imagen del mundo

Cuando la palabra se abraza al mundo, la pintura sella el pacto con la luz de sus colores

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25.04.2020

“Si yo pudiera pintar con palabras lo que es el ver del pintor, la vista parecería como algo extraño”.

El Greco

Cuando enseñé la asignatura Lenguaje Artístico en la Escuela Nacional de Bellas Artes, se me ocurrió vincular la enseñanza de la lengua con la imagen artística; pedí a los muchachos que leyeran el poema “Los pobres” del poeta Roberto Sosa y que luego de interpretarlo, hicieran un boceto pictórico del mismo; nos concentramos en el verso: “Pero desconociendo sus tesoros/entran y salen por espejos de sangre/caminan y mueren despacio”.

En realidad, era un experimento y el resultado fue extraordinario. Los bocetos que diseñaron los jóvenes mostraron una comprensión extraordinaria del lenguaje poético de Sosa; observé entonces que la relación entre la imagen poética y la imagen visual o artística constituía una poderosa herramienta para la enseñanza de la lengua. A partir de esa experiencia, todos querían leer poesía y se divertían buscando las metáforas visuales correspondientes a cada poema.

Motivado por los resultados me propuse ir más lejos e invertí el proceso, esta vez les expuse que sobre una obra de Monet llamada “Impresión, sol naciente” escribieran poesía impresionista, antes les había hablado del movimiento impresionista y de sus principales exponentes; cuando leí sus trabajos no podía creer cómo esa asociación de palabras constituían un auténtico mosaico verbal impresionista; alguien escribió: “luz que al estallar en la atmósfera se disuelve en el espacio, vistiendo al viento de candor y alegría”. Convencido de que esos muchachos podían alcanzar cualquier meta, los hice escribir poesía expresionista y cubista; cuando escribieron poesía expresionista sacaron todo su dolor y angustia, son textos dignos para ser estudiados por un psiquiatra. En relación al cubismo quiero destacar que el poema más hermoso que he leído sobre este movimiento que se expresó en la pintura y la literatura lo escribió un alumno de Bellas Artes en el año 2003, se trata del artista Darwin Andino, solo tenía 17 años, observemos unos fragmentos: “Círculos y cuadros/quizá media línea./movimiento sólido/de un pequeño vacío/un vacío lineal./vértices, puñales./Filosos confines/Y cortan y sangran/volumen de mil guitarras,/curvas, rectas/círculos y cuadros/Longitud de una noche./Triángulos… estrellas/círculos… lunas/Y aún solo líneas/¡vidas!”.

Esta experiencia había permitido que los estudiantes comprendieran en toda su dimensión la relación entre arte y literatura, entre arte y lenguaje; en eso estábamos cuando un alumno viendo el “Guernica” de Picasso me dijo: “Profesor, allí hay sustantivos, -dime algunos, le solicité- él respondió: ángulos, triángulos, luz y sombra”; de inmediato una joven indicó que también habían adjetivos y sustantivos, fue a la pizarra y escribió: “La línea es quebrada”; allí me di cuenta que además de relaciones creativas entre arte y literatura, habíamos entrado a examinar los aspectos estructurales de nuestra lengua.

Para no alargar este escenario pedagógico puedo decirles que a través de las relaciones entre imagen visual e imagen poética terminamos examinando las propiedades específicas de la lengua que hablamos: su forma de comunicación, su sintaxis, gramática y otras características. Quise presentar estos resultados en un congreso de español organizado en la UPNFM, pero asuntos de burocracia académica que aún no comprendo impidieron que los profesores de Español de los distintos departamentos del país conocieran esta experiencia.

La retórica de la imagen

Utilizo el término retórica en su alusión persuasiva, me refiero a las figuras que permiten develar los mecanismos de persuasión visual que contiene una obra pictórica para expresar su idea o intención comunicativa. Deseo establecer que el uso de las figuras retóricas en literatura también pueden ser usadas en pintura debido a su naturaleza comunicativa, pero además, esas figuras son la base de la normativa expresiva de la lengua. Pondré algunos ejemplos:

La sinécdoque. Esta se define como una figura literaria en la cual se sustituye “la parte por el todo” sin que el significado de la oración sea afectado; para el caso, cuando decimos: “me encanta la paleta de colores de Berthe Morisot”, estamos afirmando que nos gusta la pintura de esta artista; el instrumento “paleta” ha sustituido a la obra pictórica pero, esta sinécdoque en el nivel de expresión también se da en el nivel plástico, para el caso, para la portada del libro “Trasmigraciones” (2014, poesía de Juan Ramón Molina), Armando Lara elabora una obra en la que dibuja siete bigotes que representan a Molina, bella sinécdoque, los últimos bigotes parecen gaviotas volando.

Hay otra figura literaria llamada enumeración, también se le conoce como “acumulación”, que consiste en sumar o acumular elementos lingüísticos, bien a través de conjunciones o mediante yuxtaposiciones. En nuestra literatura, el poema “Lista de peticiones” del poeta José Luis Quezada, es un buen ejemplo de esta figura; en el mismo sentido, el performance “Micelio” (CAC 2017), de Jorge Restrepo, comporta la figura retórica de “acumulación”.

La acumulación por yuxtaposición se da fundamentalmente en la pincelada impresionista, allí el color se yuxtapone y acumula para construir la imagen; en literatura sería como insertar dentro de un poema o una narración una serie de palabras equivalentes que juntas construyen una imagen poética o una visión narrativa.

En nuestro medio, un ejemplo de técnica narrativa bajo la retórica de la yuxtaposición es la novela “Una función con móbiles y tentetiesos” (1980), de Marcos Carías Reyes (1938-2018); como bien señala Héctor Leiva, solo desde esa perspectiva pudo escribirse una obra que presente a la sociedad de manera “fragmentada, multívoca y fluida”.

El docente de la asignatura de Español debe asimilar que el arte y la palabra son signos en total correspondencia.

Al respecto, Octavio Paz señala que las leyes del lenguaje funcionan de manera análoga en la literatura y la pintura; sostiene que una palabra solo tiene sentido por el lugar que ocupa en la cadena de la oración, del mismo modo que un color solo tiene sentido en relación a otro color; un color es un acuerdo de tonos, de la misma manera que el sentido de una frase es un acuerdo entre palabras. Este abrazo entre el arte y palabra ha fundado el mundo: al principio fue el verbo pero el verbo, al transmutarse en imagen artística, edificó la memoria del mundo.

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