El electorado republicano en los estados con las primeras elecciones como Iowa ha comenzado a soslayar las imperfecciones en el palmarés conservador de los candidatos a cambio de elegir a alguien que atraiga al mayor número posible de votantes, y que tenga mejores posibilidades de derrotar al presidente Barack Obama.
Es algo que potencialmente puede beneficiar al gobernador texano Rick Perry y al exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, que encabeza los sondeos nacionales pese a salirse de la ortodoxia conservadora en algunas áreas. Y podría perjudicar a rivales como la representante Michele Bachmann, el industrial Herman Cain, el exsenador Rick Santorum y otros con sólidas credenciales conservadoras pero cuyas bases de apoyo son reducidas.
La liza del 2012 comenzó a perfilarse en medio de un torrente de malas noticias económicas -no se crearon empleos en agosto, se degradó la calidad crediticia de Estados Unidos a largo plazo y la economía creció en el primer semestre a su menor ritmo desde que concluyó oficialmente la recesión hace dos años-.
Por lo menos, en los estados con las primeras elecciones primarias, Iowa y Nueva Hampshire, algunos republicanos se inclinan por Romney y Perry a costa del resto.