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Renuncia primer ministro italiano Silvio Berlusconi

'¡Bye-bye Silvio!' y '¡Desaparece!', expresan en pancartas cientos de italianos que celebran su dimisión.

13.11.2011

El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi renunció este sábado a su cargo, anunció oficialmente en Roma la oficina de prensa de la presidencia de la República.

Berlusconi, de 75 años, fue recibido entre abucheos en el Palacio del Quirinale donde hizo efectiva su dimisión ante el presidente de la República, Giorgio Napolitano.

Protagonista de los últimos 17 años de la vida política de Italia, Berlusconi prometió renunciar a su cargo después de la adopción definitiva este mismo sábado de las medidas anticrisis tomadas bajo la presión de los mercados y cerrando así una era marcada por los escándalos.

Berlusconi había llegado en un convoy de automóviles oficiales al palacio presidencial, frente al cual se congregaba una muchedumbre que festejaba su salida al grito de 'payaso', 'payaso' y con pancartas que rezaban 'Bye, bye, Berlusconi'.

Poco antes, Berlusconi había dicho ante un grupo de periodistas que se sentía 'dolido' por los abucheos en su contra.

'Es algo que me ha dolido profundamente', declaró rodeado por dirigentes de su partido, el Pueblo de la Libertad, minutos antes de trasladarse al Palacio del Qurinale.

Izando banderas con los colores de Italia (verde, blanco y rojo), cientos de manifestantes han salido ante las sedes instituciones oficiales de la capital, desde el Parlamento hasta la sede de la presidencia, para despedir una era, marcada por los escándalos y la crisis económica.

Entre las pancartas artesanales brillan aquellas que rezan '¡Bye-bye Silvio!' o que simplemente llevan escrito una palabra: '¡Desaparece!' y 'Por fin!'.

Frente al Palacio Chigi, sede del gobierno, y Montecitorio, la sede del Parlamento, desfilaron personas de todas las edades, jóvenes y adultos, muchas vestidas de violeta, el color de la oposición independiente, que combate desde hace años al gobierno de derecha y su controvertido estilo de manejar las riendas del poder, repartir favores y concebir a las mujeres

'Que se vaya a su casa y que no regrese nunca más', gritaba una manifestante mujer en medio de los gritos y silbidos.

En un clima de alegría, los músicos conmemoraban la salida de Berlusconi, mientras otros silbaban y abucheaban al ritmo de '¡Ciao, ciao!'.

Cientos de estudiantes universitarios, que crecieron bajo el 'berlusconismo', se agruparon ante el Quirinale, con la esperanza de brindar por el final del gobierno de derecha.

'No lo vamos a dejar solo, lo vamos a acompañar hasta que renuncie', declaraba con ironía uno de los chicos.

'Vamos a marchar en grupos pequeños, pegaditos, así es nuestro bunga-bunga', comentaba divertido uno de ellos al mencionar las veladas tórridas del jefe de gobierno en su lujosa residencia privada, que le costaron un juicio por prostitución de una menor.

Frente a su residencia privada, a pocos metros del Parlamento, simpatizantes del multimillonario primer ministro se reunieron para manifestarle su apoyo.

'Es único, inolvidable. No tenemos a nadie a su altura', comentó Massimo della Seta, un obrero de 25 años.

'Nos sentimos huérfanos', lamentó Maria Teresa Borghelli, 54 años.

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