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Sequía obliga la migración de miles de personas

La comunidad de 60 familias se ha reducido a apenas 11 en los últimos años.

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29.10.2015

Dacha, China

Yang Zhenkun, un anciano de la aldea, no está dispuesto a marcharse del valle donde su familia ha pastoreado ovejas y sembrado cosechas durante generaciones, entre áridas montañas propensas a la sequía en el noroeste de China. Aun así, admite que la vida que conocía prácticamente ha terminado.

La comunidad de 60 familias se ha reducido a apenas 11 en los últimos años. Otros se han marchado de la zona, que depende casi por completo de una lluvia que suele escasear, y ponen rumbo al norte para instalarse en llanuras con mejor infraestructura y agua más accesible.

'La aldea ha muerto por completo', dijo Yang Zhenjun, un vecino de quinta generación de la aldea de Dacha, en el condado Xiji de la provincia de Ningxia. Pero no tiene ganas de mudarse. 'Nací en este pueblo. Crecí en este pueblo. Todo el mundo lucha con estos sentimientos'.

La mayoría de los antiguos vecinos de Dacha se han trasladado dentro de un plan de gobierno de reubicar a 350.000 personas para sacarlas de una pobreza extrema que en su región se ha visto agravada por un aumento medio de las temperaturas de 2,2 grados centígrados (4 grados Fahrenheit) en el último medio siglo, lo que seca más la tierra.

La agencia de refugiados de la ONU señala que los desplazados por motivos relacionados con el clima son un problema creciente a nivel global. El organismo tratará de concienciar al público sobre este tema durante una conferencia climática en París que comienza el 30 de noviembre. ACNUR señala que la planificación a largo plazo puede ayudar a minimizar esos desplazamientos en el futuro.

Muchas de las casas de Dacha están vacías y tomadas por las plantas y los árboles, con muros y tejados derruidos. Conforme la gente se marcha, escuelas y otros servicios de pueblos como Dacha se ven obligados a cerrar, lo que hace la vida más dura para los que se quedan atrás.

Por otro lado, parte de la tierra reseca puede recuperarse ahora que hay menos gente utilizando su escasa agua.

'La reubicación y el cambio climático se están viendo entrelazados de forma más estrecha', señaló Sarah Rogers, geógrafa australiana que ha estudiado el efecto del cambio climático en China. El gobierno chino, señaló, ha identificado la reubicación como una forma de adaptarse.

Unos 60 millones de personas de todo el mundo viven en lo que ACNUR describe como 'puntos calientes de cambio climático'. China es uno de los más afectados, señaló en Ginebra el portavoz de la agencia Andreas Needham.

En la reunión de París, 'ACNUR pide un reconocimiento explícito' de las personas desplazadas por el cambio climático 'para permitir que los estados prevengan nuevos desplazamientos en el futuro', dijo Needham. La agencia quiere presionar para que los estados aborden el problema de los desplazados en sus políticas de cambio climático, con la esperanza de que la planificación reduzca los traslados internos y transfronterizos.

ACNUR estima que unos 26,4 millones de personas se ven desplazados cada año por desastres naturales desde 2008. Más del 85% de los 19,3 millones que se calcula se desplazaron el año que viene estaban en Asia, incluidos 5 millones en Filipinas y 3 millones en India y China.

Mucho de los que se han mudado en Ningxia están satisfechos con el resultado en general.

Hai Yanhu, de 71 años, se mudó en julio de 2012 del pueblo de Panwan en el condado de Xiji a un proyecto de reubicación en el condado norteño de Pingluo. Dice estar contento porque ahora tiene agua corriente y una ducha. Apenas piensa en su antigua aldea, donde recorrer largas distancias para recoger agua era una tarea diaria.

No todos los traslados fueron voluntarios. Wang Ziyi, de 52 años, dijo que se mudó a Pingluo en diciembre de 2014 desde Huoshizhai, en el condado de Xiji, porque el gobierno reclamó la tierra del pueblo para plantar bosques y preparar un destino turístico.

Algunas familias intentaron vivir en tiendas a las afueras del antiguo pueblo, señaló. 'Pero hace frío.

Si intentabas levantar una casa, el gobierno no te dejaba construirla, así que no había más opción que marcharse'.

Wang dijo extrañar su antiguo hogar, pero que 'la economía aquí es mejor que la economía en las montañas de Xiji. Más cómodo. Aquí es un poco más fácil encontrar trabajos manuales'.

El gobierno está orgulloso de las reubicaciones. Zou Yuzhong, subdirector de la Oficina de Reducción de Pobreza de Ningxia, señaló que el gobierno traslada a gente desde clima 'inhóspito' para 'ayudar a ponerlos en el camino del éxito'.

El funcionario rechazó las acusaciones de que algunas personas estén descontentas por abandonar su hogar ancestral.

'Están increíblemente contentos y absolutamente a favor de que el gobierno introduzca estos proyectos de subsistencia', dijo.

Sin embargo, a algunos migrantes les cuesta adaptarse, dijo Wang Yuxiao, responsable del Centro de Desarrollo de Sostenibilidad Ecológica en Yinchuan, una organización no gubernamental.

Ma Bingfu, de 52 años y que se trasladó a Pingluo desde el pueblo de Taobao en el condado de Xiji en octubre de 2011, dijo que los jóvenes se adaptan mejor que los mayores.

'¿Esta zona en la que vivimos ahora? Hay agua y las carreteras son buenas, y los jóvenes están bien aquí. Pero a los mayores no les gusta. No podemos encontrar trabajo. No tenemos tierra donde cultivar y no podemos encontrar trabajo'.

'Mucha gente mayor quiere volver', dijo. 'En nuestros antiguos pueblos teníamos tierra que podíamos labrar. Aquí no tenemos nada'.

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