La muerte del conductor
de un 'rapidito' ayer a manos de extorsionadores fue el detonante para que los transportistas de la capital de Honduras exigieran nuevamente en las calles más seguridad por parte de las autoridades.
Decenas de conductores de microbuses se apostaron la mañana de este lunes en bulevares y calles principales de colonias populosas de Tegucigalpa y Comayagüela, en reclamo por el cobro del denominado 'impuesto de guerra' del que son víctimas por parte de grupos criminales.
Los 'rapiditos' permanecían estacionados desde tempranas horas en el anillo periférico, bulevar Fuerzas Armadas, colonias Hato de Enmedio, Prados Universitarios, 21 de Octubre, El Carrizal y El Pedregal, entre otras.
El paro obligó a muchos capitalinos a buscar otra alternativa de transporte, al tiempo que provocó caos vehicular.
La paralización parcial se extenderá hasta horas de la tarde, en espera de una respuesta contundente de las autoridades, indicaron algunos afectados.
Por su parte, el vocero de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía, aseguró que la Policía Nacional trabajará en 'acciones de cortísimo plazo' para combatir el flagelo de la extorsión.
Según Mejía, durante 2012 las autoridades lograron judicializar al menos 156 casos por el delito de extorsión,
mientras casi 300 personas fueron capturadas en operaciones ejecutadas por agentes de varias direcciones policiales.
La Unidad Antiextorsión recibe entre dos y tres denuncias diarias por el delito de extorsión
y detiene de dos a cinco sospechosos que luego son presentados mediante requerimiento fiscal al Juzgado.