La guerra contra la influenza A H1N1, H2N3 y B, ha dado inicio. Las autoridades sanitarias han puesto en marcha esta semana, una campaña de vacunación con la que se espera inmunizar a más de 700 mil hondureños.
Debido al aumento de los casos de la enfermedad, la Secretaría de Salud ha determinado desarrollar una campaña de vacunación a nivel nacional, que comenzó con la vacunación del personal sanitario desde el miércoles.
A
partir del 4 de noviembre,
la vacuna estará disponible para trabajadores de granjas avícolas, las personas entre los 6 meses y 59 años de edad, y la población adulta mayor.
Asimismo, se proyecta la inmunización de hondureños que padecen de asma, bronquitis, problemas en los riñones y pulmones, entre otros.
Autoridades del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) anunciaron este viernes que a partir del próximo lunes iniciarán una campaña de vacunación y prevención para los derechohabitentes.
El director de esa institución,
Mario Zelaya, manifestó que la jornada de vacunación beneficiará a personas de seis meses de edad en adelante, incluyendo a mayores de 60 años.
De igual forma, indicó que empleados de la institución están siendo vacunados para evitar que se contagien del virus.
'La influencia es una enfermedad aguda viral de las vías respiratorias que es prevenible, curable y controlable si se recibe la atención médica oportuna y los cuidados necesarios en casa', explicó el funcionario
Recomendó que tomar las medidas de prevención para reducir la probabilidad de exposición y transmisión del virus, se basa en mantener una higiene personal y del entorno que incluye: lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, o utilizar gel con base de alcohol.
Asimismo, al toser o estornudar, debe cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo; no hay que tocarse la cara con las manos sucias, sobre todo la nariz, boca y ojos, no escupir y de hacerlo, utilizar un pañuelo desechable, meterlo en una bolsa plástica, anudarla y depositarla en el cesto de la basura y lavarse las manos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
no recomienda su aplicación masiva, sino a grupos a quienes el contagio los llevaría a una hospitalización o, incluso, la muerte.
Las personas afectadas por la influenza AH1N1 ascienden a 76, de las cuales oficialmente una falleció y cinco no se ha certificado que hayan muerto por el mortal virus.
