Tegucigalpa. Los pronósticos no son nada favorables para el sector productor del país.
A partir del sábado 5 de julio se espera que inicie el período de la canícula en la mayor parte del territorio nacional. La canícula o veranillo es un período en el cual hay una suspensión temporal del invierno.
José Ernesto Salgado, jefe del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Ceneaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) explicó que este año, debido a la presencia del fenómeno de El Niño, la canícula será más prolongada en relación a los años anteriores.
“Los análisis de los modelos establecen que la suspensión de las precipitaciones inician el 5 de julio y se van a extender hasta el 20 de agosto, lo que significa que el intervalo de tiempo será de casi un mes y medio”, aseguró Salgado.
El funcionario comentó que la canícula se va a presentar con mayor intensidad en las zonas sur, suroccidental y centro del país, donde por lo general todos los años se ven más afectados por la falta de precipitaciones.
“La canícula se va a empezar a debilitar a partir del 20 de agosto, porque es cuando se espera que se formen los fenómenos en el Atlántico”, manifestó. Ante la prolongada falta de lluvias, los cultivos de maíz y otras especies se verán afectadas.
En la zona sur y oriental de Honduras se reportan pérdidas de las cosechas de hasta un 60 por ciento, lo que podría generar una escasez de granos básicos.