Honduras

Honduras: 46.8% se redujo la deserción escolar por falta de alumnos en las escuelas

Para analistas, la disminución en la deserción escolar se deriva de que actualmente hay menos jóvenes inscritos en el sistema educativo debido al desempleo, la pobreza, migración irregular e inseguridad
15.03.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego de la pandemia causada por el covid-19, que inició en Honduras el 11 de marzo de 2020, la educación pública fue una de las áreas más afectadas.

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Los datos obtenidos por EL HERALDO indican que hasta la fecha la deserción escolar se ha reducido un 46.8%.

Pese a que entre 2021 y 2022 se registraron un total de 86,223 estudiantes que abandonaron los centros educativos -casi dos veces menos que en años anteriores-, para algunos analistas no es sinónimo de que se estén implementando las políticas correctas, más bien todo lo contrario.

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Motivos de la reducción

Las causas a las que apuntan los expertos se conforman por cuatro variables, mismas que se han registrado históricamente en el sistema educativo hondureño, pero que aún continúan pasando factura.

En primer lugar se encuentra el desempleo, lo que ha causado que los niños en edades de 10 a 17 años pierdan el interés de inscribirse al sistema de educación media y superior para prepararse y luego formar parte del saturado mercado laboral.

“Hay desesperanza en los jóvenes al no tener oportunidad de empleabilidad, al igual que los padres de familia, porque no están viendo en la educación un camino de trabajo para sus hijos”, lamentó Johnny Varela, experto en temas educativos.

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Lo que provoca la decisión de no formar parte del sistema educativo es que cada año cientos de miles de jóvenes se unen al trabajo informal, reflejando menos estudiantes en las aulas de clases, por ende, menos deserción escolar.

Según un informe del Observatorio del Mercado Laboral (OML), actualmente, el 45% de la población no puede obtener un trabajo con todos los beneficios laborales.

Al visualizar la falta de consonancia entre los contenidos básicos de enseñanza en la educación del país y las habilidades que se requieren en la bolsa de empleo, da como resultado a 1.6 millones de hondureños siendo parte de los trabajos informales.

Como segundo factor están los índices de pobreza, tomando en cuenta que en Honduras el 73% de la población vive en situación de vulnerabilidad, con mayor afectación en las regiones rurales.

“El 60% de los estudiantes que no están estudiando es por razón socioeconómica, por lo que si no hay merienda escolar en el sistema público los alumnos no llegarán a las escuelas”, señaló Dennis Cáceres, director de educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

Estudiantes al borde de convertirse en una generación perdida

La argumentación anterior se deriva de que, según la información analizada por este rotativo, hasta la fecha hay 1.2 millones de niños y jóvenes fuera del sistema educativo público del país.

“Los jóvenes han estado desprotegidos y abandonados, tenemos que darnos cuenta de que la educación es la única que vence la pobreza. Se debe apoyar primordialmente la educación pública, porque en el (área) superior ya se está privatizando”, cuestionó Tomás Nativí, director del Instituto de Crédito Educativo (Educrédito). El tercer motivo que ha causado una reducción en la deserción escolar se inclina en huir del país mediante decenas de caravanas que se forman en las zonas más postergadas, en muchos otros casos, en las ciudades más grandes.

“Muchas familias hondureñas en los Estados Unidos ya tienen hasta tres generaciones, entonces la poca posibilidad de un trabajo bien remunerado en Honduras ocasiona que estos jóvenes no quieran quedarse”, agregó Varela.

La plataforma del Instituto Nacional de Migración (INM) revela que durante el 2022 al menos 10,673 niños fueron retornados, de los cuales más de 4,000 iban solos.

Como último apartado figura la inseguridad, orillando a los estudiantes a no ser parte del sistema educativo para dedicarse directamente a empleos por hora o, simplemente, a convertirse en jóvenes que ni estudian ni trabajan (“ninis”).

Hasta mediados de 2022, el país reportó 982,061 personas que no estudian ni trabajan, siendo el 29.6% de los jóvenes entre 12 a 30 años.

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Recomendaciones

Frente a estas causas, la exministra de Educación, Rutilia Calderón, sugirió la implementación de políticas educativas con vigencia a largo plazo, siguiendo los modelos de los países desarrollados.

“Hay países que han logrado elaborar políticas y planes de 40 a 50 años con continuidad. Contamos con las leyes, pero debemos aplicarlas”, dijo.

A su vez, recomendó un plan de desarrollo elaborado por todos los sectores de la sociedad con el objetivo de encontrar las herramientas para luego construir las estrategias.

En Honduras, la tasa de cobertura universitaria es del 19 por ciento, mientras que la de escolaridad es de 6.4 años.

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