Tegucigalpa, Honduras.- La presidenta Xiomara Castro inauguró este jueves el Centro Nacional de Impresión Digital “General Francisco Morazán”, una estructura construida en la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG), que fortalecerá la impresión de documentos oficiales del Estado.
Con una inversión de 176 millones de lempiras, el edificio forma parte de los proyectos que el actual gobierno enmarca dentro de su plan de “rescate” institucional, enfocado en la rehabilitación de entidades estatales que estuvieron abandonadas durante administraciones anteriores.
El centro lleva el nombre del prócer hondureño Francisco Morazán, en alusión al legado del líder unionista que introdujo por primera vez la imprenta al país en 1829.
La ENAG, que alberga ahora este nuevo centro digital, es responsable de imprimir el Diario Oficial La Gaceta, decretos, acuerdos y publicaciones como el periódico “Poder Popular”.
También fue ahí donde se imprimió el primer tiraje del libro “El Golpe 28 J”, una crónica testimonial sobre el golpe de Estado de 2009 escrita por el expresidente Manuel Zelaya y la actual precandidata presidencial por Libre, Rixi Moncada.
En su intervención, la presidenta recordó el papel que jugó la ENAG durante el proceso de elección de la directiva del Congreso Nacional en 2022, al asegurar que fue clave para frenar lo que calificó como un intento del bipartidismo por tomar control del Legislativo.
“Se respetó la voluntad del pueblo y se evitó un zarpazo a las esperanzas que se iniciaban en ese momento”, expresó.
Las autoridades de la ENAG informaron que en la actualidad se trabaja en la segunda etapa de remodelación de más instalaciones, que se esperan que estén listas en diciembre.
En su discurso, Castro también reaccionó a las constantes acusaciones de la oposición que tildan su administración de “comunista”.
Afirmó que lo que impulsa su gobierno es justicia social, no ideologías extremas, y que las obras que ejecutan, como hospitales, becas, alimentación escolar o caminos rurales, responden a necesidades históricas del pueblo.
“La justicia social es la base del cristianismo”, dijo, tras enumerar programas como los bonos tecnológicos, la recuperación de la ENEE, y la expansión de la energía en comunidades remotas.
Añadió que, como creyente, sigue el ejemplo de Jesús, quien vino a proteger a los desvalidos y no a los poderosos.
“Jesús no vino a quedarse en los templos, vino a estar con el pueblo”, subrayó.
Además, reiteró que su administración no ha despojado a nadie de nada, sino que ha abierto el gobierno al pueblo.
