Ciudad del Vaticano. “Yo recibí un mensaje de WhatsApp con la noticia de la muerte de su santidad, pero pensé que era una fake news, no lo creía porque lo había visto el día anterior, dando la bendición a todo el mundo en la plaza de San Pedro”. Estas fueron las palabras del sacerdote hondureño José Rodolfo Varela Díaz que con tristeza recordó el inesperado deceso del santo pontífice.
En diálogo telefónico con el equipo de EL HERALDO, el padre Varela, quien cursa una maestría en comunicación social en la Universidad Pontificia Salesiana en Roma, abrió su corazón refiriéndose al trabajo de una cultura de encuentro y diálogo que siempre promovió el papa Francisco.
“Su santidad fue uno de los papas que tuvo mayor acercamiento con otras religiones, con otras denominaciones cristianas e incluso con el mundo no creyente”, recordó el prelado.
A su vez, agregó que el legado del santo pontífice consistía en “generar una cultura de encuentro que sepa escuchar a quien piensa diferente a nosotros”.
Muerte del pontifice
El sacerdote de la Arquidiócesis de Tegucigalpa manifestó a este rotativo que al enterarse de la muerte de Jorge Mario Bergoglio, el papa número 266 de la Iglesia católica, sintió en su corazón una profunda pérdida y vacío.
Dijo que “yo el sentimiento lo puedo comparar como cuando he perdido un ser querido, se siente como que uno estuviera atrapado en un sueño. Me parecía que no era real porque es difícil aceptar, es parte del duelo entrar en esa negación de la partida de un ser querido”.
El sacerdote Varela comentó que, al confirmar la muerte sumo pontífice, inmediatamente envió mensajes a todos los grupos de amigos y de la iglesia en Honduras, pero “obviamente estaban dormidos porque en mi país eran las dos de la mañana cuando la noticia se hizo pública”.
Memorias
Al preguntarle al padre hondureño sobre algún recuerdo agradable que tiene sobre el papa Francisco, con voz alegre y enfática mencionó: “El papa siempre tenía una broma particular que decia ´todavia estoy vivo’ y procedía a saludar a todos de manera muy efusiva y cálida como todo buen latinoamericano”.
“El papa representó un pastor con olor a ovejas, que es lo que él siempre nos decía, un pastor cercano”, recordó el cura con profunda admiración y respeto a la figura del sumo pontífice argentino.
El religioso mencionó que en una oportunidad pudo ser testigo de esa cercanía y autenticidad con los feligreses. “En un recorrido con el papamóvil, el santo padre detuvo el carro para saludar a una mujer que estaba a la par mía y preguntarle cómo estaba, porque parecía que ella era muy recurrente a estas audiencias”.
Convocatoria de amor
El clérigo, como fiel devoto y servidor de la Iglesia católica, también acudió recientemente a la basílica de San Pedro para rendir homenaje al primer pontífice de América Latina que rompió los protocolos y esquemas del catolicismo.
El joven padre explicó que “ayer (lunes) fui al rosario por el eterno descanso del papa y llevé la bandera de Honduras. Cuando extendí la bandera se me acercaron primero tres hondureñas y después otras dos; estuvimos platicando y dándonos palabras de aliento y orando conjuntamente”.
También explicó que “el papa Francisco está viviendo su pascua, ese paso de la muerte al encuentro con Dios. Así que, además de la tristeza, tiene que haber esperanza en la población”.
Honras fúnebres
Al finalizar el rito del traslado del féretro del difunto papa Francisco a la basílica Vaticana, esta permanecerá abierta a los fieles que deseen visitar el cuerpo del pontífice los días miércoles 23, jueves 24 y viernes 25 de abril, de acuerdo a la información publicada en la cuenta X de Vatican News.
“Si Dios me lo permite estaré en las exequias de su santidad en la basílica de San Pedro”, confirmó el sacerdote Varela.
La muerte sorpresiva del papa Francisco ha sacudido a toda la comunidad católica del mundo y el sacerdote de la Arquidiócesis de Tegucigalpa reiteró que su fe está más fortalecida y que el mensaje que atesora en su corazón pronunciado por el Santo Padre es “prefiero una iglesia en salida y accidentada, a una iglesia encerrada y enferma”.
“El papa decía: ‘ya no hay que buscar la oveja perdida, hay que buscar las 99 ovejas’”, añadió.
