Tegucigalpa, Honduras.- “Fue un momento increíble de mi vida. Fue tanta la emoción de ver al papa Francisco de cerca que canté a gran voz: ‘¡Aquí está la juventud del Papa, esta es la juventud del Papa!’”, recordó con emoción Nelson Didier Cáceres, uno de los jóvenes hondureños que vio de cerca al papa Francisco.
Didier, junto a su primo Axel Stuart Cáceres y dos jóvenes hondureños más venían preparando con un año de anticipación el viaje hacia Lisboa, Portugal, para asistir en la Jornada Mundial de la Juventud 2023, que se realizó del 1 al 6 de agosto.
“Fue algo impresionante. Jamás pensé estar cerca de una persona magnífica que con su ejemplo y palabras han hecho cambiar de opinión a muchos jóvenes”, narró el capitalino de 22 años.
Cáceres, quien se identifica como un católico lleno de fe y esperanza en Dios, asegura que ver al Papa, una persona tan bendecida, es un testimonio digno de compartir con los demás.
“Creo que eran como las 5:00 o 6:00 de la tarde del 4 de agosto de 2023. El sol estaba cayendo y ya nosotros suponíamos que no iba a pasar cerca de donde estábamos, porque había demasiada gente y nosotros estábamos al costado”, detalló.
Y es que, tras la muerte de Francisco millones de personas en todo el mundo lamentan su partida por ser un Papa sencillo y por su figura cercana a los jóvenes, con un lenguaje de amor con el que se ganó el cariño de nuevas generaciones.
Por su parte, Axel describió ese momento como mágico: “Son pocas veces que uno siente este tipo de emociones. Se siente que el tiempo se vuelve lento al momento en que el Papa nos pudo ver y saludar, sintiendo un momento de paz”.

Stuart narró que fue una experiencia única y maravillosa, donde los jóvenes disfrutaban de un tiempo de fe y esperanza: “Con una emoción inexplicable, donde pocas veces uno puede ver muchas culturas unidas en una misma fe”, agregó.
Representación hondureña en Portugal
Nelson y Axel son dos hondureños que tuvieron el privilegio de ver al Papa muy de cerca, un sueño que pensaban que era imposible. Son jóvenes llenos de fe que residen en la colonia Altos de Las Lomitas, cerca de la aldea Suyapa en Tegucigalpa.
En la XXXVIII edición de la Jornada Mundial de la Juventud, los muchachos recibieron el mensaje del Papa con suma reverencia. “Recuerdo que íbamos cuatro personas de Honduras y nos juntamos un total de diez personas que éramos de Centroamérica. Nos tocó una jornada bastante larga y lejana de donde estaba el epicentro, por lo que tuvimos que caminar y desvelarnos”, recordó Nelson.
Estos jóvenes asistieron a la actividad religiosa en Lisboa, Portugal, a través de Verbum Dei, una comunidad misionera que forma discípulos de Cristo centrados en la Palabra de Dios y que fue fundada por el padre Jaime Bonet y tiene sus casas en la aldea Suyapa y en la colonia Kennedy de la capital hondureña.
Sendy Jazmín González, es otra joven hondureña que vio de cerca al Papa y no una, sino en dos veces. “Es muy emocionante, unos cantando, otros gritando ‘¡Papa Francisco!’... Sí, en realidad fue una experiencia maravillosa que nos marca para toda la vida”, expresó emocionada.
“Sus mensajes están tan apegados a la realidad y a las dificultades que pasamos como jóvenes y como personas dentro de la Iglesia, con mensajes tan aterrizados y acertados en este mundo tan digitalizado”, describió la entrevistada.

“Los mensajes del Papa fueron como la luz para vivir nuestro día a día”, atesora la jovencita hondureña.
“Fue tan especial que no dejábamos de gritar ‘¡Papa Francisco!’ al ritmo de los aplausos. Era un mar de jóvenes y eso se escuchaba a gritos, a pesar de que era un ambiente de mucho calor y estábamos deshidratados”, contó Jazmín, quien formó parte del grupo de los cuatro hondureños que viajaron a Lisboa para ver al Papa.
“La primera vez que lo vi fue en Panamá en 2019. Casi no podía ni grabar porque me temblaban las manos de la emoción al ver su rostro tan luminoso y lleno de paz”, aseguró.
“En medio de la emoción, transmitía mucha paz y alegría. Era un rostro sereno y lleno de luz que se podía ver y sentir en ese momento”, relató al revivir su experiencia durante la Jornada de la Juventud celebrada en 2019 en Panamá.
La Jornada Mundial de la Juventud es una actividad religiosa promovida por la Iglesia Católica que congrega a jóvenes de diversas partes del mundo. Es una ceremonia internacional presidida por el Papa, que se celebra cada tres años y dura una semana.