El magistrado hondureño Guillermo Pérez asumió el martes la presidencia de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ)
y el juez nicaragüense Carlos Guerra, la vicepresidencia.
Durante el año que dure su gestión, Pérez tendrá el reto de impulsar 'este proceso de integración que es a veces azaroso y muy difícil de empujar'.
No obstante, el abogado -con estudios en Venezuela e Inglaterra- aseguró que hay disposición para hacer 'frente a todos esos desafíos que tiene por delante', entre ellos las limitaciones económicas que se vislumbran en la CCJ debido a que el SICA cesó sus aportaciones.
Uno de los principales retos, señala el magistrado hondureño, tiene que ver con los obstáculos al comercio y libre tránsito de productos en la región centroamericana.
La nueva dirección de la CCJ deberá también dirimir aquellas controversias en el marco del Acuerdo de Asociación Económica vigente desde 2013, en coordinación con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El abogado hondureño dijo que que la CCJ espera finalizar este año la redacción de convenios en el marco de la lucha que emprende la región contra el crimen organizado. Además, aquellos relacionados con los esfuerzos para combatir la trata de menores, que deberán firmar los presidentes en una cumbre regional.
El acto de traspaso de la dirección anual de la CCJ se realizó ayer en la sede del organismo, en Managua.
La CCJ es parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que inició funciones en 1994. Está integrada por dos magistrados de Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Guatemala todavía no ha nombrado a sus representantes, mientras que Costa Rica y Panamá se han negado a ratificar su convenio constitutivo.
El presupuesto anual de la CCJ es de alrededor de tres millones de dólares que aportan Honduras, El Salvador y Nicaragua.
El excanciller hondureño Guillermo Pérez Cadalso se desempeñó en 2013 como vicepresidente de la CCJ.