Si el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema) no se hubiera intervenido y tomado las acciones para salvarlo, hoy se tuviera 'una venta de garaje' en esa institución.
Así analizó la situación actual de esa entidad Julio Navarro, experto y analista del tema educativo, en el marco de la entrada en vigencia de la nueva ley del Inprema.
Navarro expresó estar de acuerdo con el 98 por ciento de la normativa, pero señaló que tiene ciertas lagunas que incluso van contra la Constitución.
El pasado martes, a primera hora, entró en vigencia la nueva ley del Inprema, que impone más requisitos (como edad y años de cotización) para que los maestros se jubilen.
También reducen los porcentajes de pago mensual que reciben los jubilados, lo que ha generado un malestar casi general en la dirigencia y base magisterial, por lo que ya protestaron en las calles exigiendo su derogación.
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Cambios en Inprema
Lo que no pueden negar la dirigencia magisterial y sus bases es que la situación del Inprema posiblemente sería otra si no se hubieran tomado las medidas correctivas, dijo Navarro.
A mediados de marzo del año pasado, el Consejo de Ministros nombró una comisión para intervenir esa entidad que enfrentaba una grave situación económica, con un déficit actuarial de 79 mil millones.
Ese desfase hacía casi imposible que el Inprema hiciera frente, en el mediano plazo, a sus compromisos con unos 13 mil maestros jubilados y con otros 10 mil que cumplen con los requisitos mínimos para jubilarse (de los 10 mil, unos 6,500 deberán someterse a la nueva ley y sus beneficios).
Navarro comentó que uno de los logros de esta nueva ley es que ya no permitirá la presencia de directivos de los colegios magisteriales en el directorio ejecutivo del Inprema, quienes en síntesis fueron los que generaron el descalabro financiero.
Ahora se nombrará tres directores especialísimos.
El presidente de la Comisión Interventora del Inprema, Roberto Jerez, informó que la nueva ley hará sostenible la institución a lo largo de los años.
Incluso declaró que desde que la Junta Interventora asumió el mando se han visto grandes avances. Ejemplificó que para el año 2010 el Inprema cerró con gastos administrativos cercanos a los 39 millones de lempiras, mientras que en 2011 (de manos de la Junta Interventora) ese renglón no superó los 19 millones, es decir, hubo un ahorro de 20 millones de lempiras.
Durante 2011 también se cerró con reservas técnicas por el orden de 2,200 millones.
Hubo una vez que hasta se tomaron las instalaciones del Inprema porque no había servicio de fotocopiado, y en ese entonces habían 15 fotocopiadoras contratadas, pero hoy 'tenemos cinco y todo funciona bien', apuntó Jerez.
Sigue la oposición
Para Óscar Recarte, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), la nueva ley no es la solución al problema del Inprema, sobre todo porque atenta contra los derechos de miles de maestros de jubilarse de manera digna y justa.
'Un maestro que gana 24 mil lempiras, con la ley vieja se jubilaba con 19 mil, hoy lo hará con 9 mil, eso es una disminución del 50 por ciento, es una grosería', planteó el dirigente.
La nueva ley también impone un techo salarial de 28 mil lempiras para la cotización, lo que para muchos es positivo.
De esa forma se evita que algunos maestros, que por compadrazgo político logran un buen puesto y un alto salario, se jubilen con sueldos promediados de 70 u 80 mil lempiras (el máximo promedio que aceptará el Inprema será de 28 mil, aunque el profesor gane más de esa cantidad).
