De 1972 a 2012, el Estado de Honduras invirtió más de 250 mil millones de lempiras en educación, mientras 800 mil hondureños no saben leer ni escribir.
De acuerdo a la radio local HRN, durante el mandato de Oswaldo López Arellano, 2,744 millones de lempiras fueron destinados al sector educativo, mientras el expresidente Ramón Ernesto Cruz aprobó 1,058 millones de lempiras.
El régimen de Juan Alberto Melgar Castro presupuestó 2,920 millones de lempiras y el gobierno de Policarpo Paz García, asignó 5,200 millones.
Uno de los mayores incrementos en el presupuesto educativo se registró durante los gobiernos de Roberto Suazo Córdova y José Simón Azcona, cuando se asignaron 10,400 y 15 mil millones de lempiras al sector educativo, respectivamente.
Más tarde, el expresidente Rafael Leonardo Callejas redujo el presupuesto de la Secretaría de Educación a 9,200 millones de lempiras y Carlos Roberto Reina lo incrementó a 10,600 millones.
Posteriormente el gobierno de Carlos Roberto Flores asignó 22,200 millones de lempiras a la educación; el de Ricardo Maduro lo elevó a 39,200 y el de José Manuel Zelaya Rosales, 45 mil millones de lempiras.
Durante el actual gobierno de Porfirio Lobo Sosa 66,600 millones de lempiras han sido invertidos en educación, siendo el sector uno de los mejores financiados, reconocen autoridades gubernamentales.
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La millonaria inversión contrasta con los 800 mil hondureños que no saben leer ni escribir y con los miles de niños que reciben el pan del saber en reprochables condiciones.
Y es que el sistema educativo público de Honduras tiene una cobertura de apenas 40 por ciento en el nivel prebásico y de 27 por ciento en el nivel de ciclo, de séptimo a noveno grado.
Asimismo, Honduras registra un serio problema de calidad educativa, pues las calificaciones de matemáticas y español apenas sobrepasan el 40 por ciento.
Además de la escasa cobertura y la baja calidad educativa, el gobierno de Lobo estima que son necesarios más o menos 14 mil millones de lempiras para aaplicar el Plan Maestro de Infraestructura Escolar y mejorar el entorno de los niños, eliminando
las condiciones deplorables en que reciben clases.