Tegucigalpa, Honduras.-A más de cuatro años del asesinato de la estudiante de enfermería Keyla Martínez, en una celda policial de La Esperanza, Intibucá, el proceso judicial continúa sin una resolución definitiva.
La presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebeca Raquel Obando, confirmó que el expediente permanece en etapa de casación dentro de la Sala de lo Penal, instancia que deberá emitir una respuesta a los familiares de la víctima.
“Hasta ahorita está en casación, no puedo darle una respuesta, solo sé que la Sala de lo Penal tiene la mejor intención de solventar este recurso lo antes posible”, declaró la magistrada Obando al ser consultada sobre el avance del caso.
La titular del Poder Judicial también explicó que, en caso de que los magistrados no logren consenso, el expediente podría ser elevado al pleno de la Corte para su resolución final.
“Tengan la plena certeza de que la Sala de lo Penal está siendo dirigida por el magistrado Mario Díaz, y hemos conversado sobre ello. Sé que este caso es eminentemente necesario resolverlo cuanto antes”, agregó.
El crimen de Keyla Martínez, ocurrido en febrero de 2021 mientras permanecía detenida en una posta policial, provocó una ola de indignación nacional e internacional, al ser catalogado por la Fiscalía como un homicidio y no como un suicidio, versión que en su momento fue sostenida por la Policía Nacional.
Hasta la fecha, los familiares y organizaciones de derechos humanos continúan exigiendo una sentencia firme que haga justicia por la muerte de la joven.
Antecedentes
El caso de Keyla Patricia Martínez Rodríguez se remonta al 7 de febrero de 2021, cuando la estudiante de enfermería de 26 años, fue encontrada muerta en una celda de la posta policial de la Esperanza, Intibucá, tras haber sido detenida por suponerla responsable de incumplir el toque de queda, emitido durante la pandemia.
La aprehensión, según explicaron los agentes policiales, fue por un supuesto escándalo en la vía pública en estado de ebriedad e incumplimiento al toque de queda.
El informe policial señaló que la joven se habría quitado la vida, pero las investigaciones del Ministerio Público y el dictamen emitido por Medicina Forense confirmaron que murió por asfixia mecánica, en un hecho determinado como homicidio.
Además, tras la noticia de su fallecimiento, se reveló que Keyla, no fue sometida una prueba de alcoholemia. El subcomisionado Melvin Alvarenga explicó que esto se debió a que la joven durante su arresto admitió haber consumido bebidas alcohólicas, lo que generó debate sobre los protocolos de detención seguidos durante estos casos.
Desde entonces, su familia y amigos han exigido justicia, incluso protestando en las afueras de la Corte Suprema de Justicia, señalando irregularidades en el proceso judicial y en la actuación de los agentes que la custodiaban en la celda de la posta policial en la Esperanza.
La presidenta del Poder Judicial concluyó en que la institución trabaja para garantizar una respuesta pronta, efectiva y equitativa en las partes procesales, aunque reconoció que son muchos los casos que requieren atención prioritaria por la justicia.