Tegucigalpa, Honduras.- Como una payasada digna de cualquier acto circense, calificaron actores políticos y de la sociedad civil, las declaraciones del fiscal general del Estado, Johel Zelaya, sobre una presunta trama para asesinar al expresidente, Manuel "Mel" Zelaya.
El titular del Ministerio Público (MP), anunció con amplio despliegue mediático la captura de tres hombres adultos mayores, supuestamente los sospechosos de intentar atentar contra la vida del exmandatario.
"De lo sublime a lo ridículo y de lo ridículo a lo más ridículo, y es que el fiscal general cada día se supera a sí mismo. En pleno año electoral y después de un bombazo de la Fiscalía General de Estados Unidos, donde dice que Venezuela paga un espacio aéreo para pasar drogas por Honduras, que lo convierte entonces y sigue en un marco Estado; me parece una burla al pueblo hondureño que el fiscal general haya salido con semejante libreto", fustigó la diputada nacionalista, María Antonieta Mejía.
Según la parlamentaria, lo declarado por Johel Zelaya, es un libreto perfecto para victimizar al "Mel" Zelaya, quien a su parecer, "hoy tiene al borde y de cabeza al país, en incertidumbre y sin la certeza de que vamos a un proceso de elecciones".
"Le parece al fiscal general que en la acción penal pública que él debe ejercer le sale más fácil inventar conspiraciones que rendir cuentas de las investigaciones sobre los delitos que le he mencionado. Por eso cada día más el Ministerio Público se denigra, pierde credibilidad de ser la institución que debería perseguir el delito, pasó a ser la oficina de comunicaciones de Libre", lamentó Mejía.
Cosas más importantes
Gustavo Solórzano, presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), es del criterio que el fiscal general, Johel Zelaya, debió de ser más responsable.
"Es mucho más importante que la Fiscalía y todos los órganos de justicia puedan estar reunidos para tratar el asunto referente a las declaraciones que brindó la fiscal de Estados Unidos, Pam Bondi, referente a que tres países: Nicaragua, Honduras y Guatemala, prestan su espacio aéreo para el narcotráfico", exhibió Solórzano.
Solórzano reconoció que en el país debe de condenarse la violencia en todos los sentidos, y más contra una persona con la popularidad de Zelaya y que el fiscal tendrá que hacer todas las investigaciones del caso.
Que no sea un distractor
La noticia generó sorpresa en el ámbito nacional, especialmente por el cisma político que se ha vivido en el país y además, por los ejemplos de violencia política en varios países de Latinoamérica.
Para Santiago Ruiz, expresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), "es lamentable si eso es cierto. Veámonos en el espejo de Colombia, lo que está pasando, atentados contra congresistas, un país que va para atrás en el tema de violencia; en Honduras es inaceptable que podamos llegar a eso".
Ruiz apeló a que "ojalá que no sean nuevos distractores para todo lo que ha estado pasando en el país; enfocar a la población en llevarla a distractores que no benefician más que a ciertos grupos. La población todavía está reclamando que haya una justicia pareja".
El empresario adujo que en muchos casos se ve que solo se está actuando contra algunos sectores de la sociedad, pero cuando es contra el gobierno se buscan este tipo de distractores para hacerlo a un lado otras situaciones.
Presos
Los sospechosos de querer atentar contra la vida del expresidente Zelaya son: Arcadio Corrales Estrada, Perfecto de Jesús Enamorado Paz y Antonio David Kattan Rivera, a quien el Ministerio Público los acusa de los delitos de actos preparatorios ponibles y asociación terrorista.
Después de ser llevados a los Juzgados en materia de Criminalidad Organizada, Medio Ambiente y Corrupción, para comparecer en la audiencia de declaración de imputado, el juez les dictó detención judicial y fueron enviados a la Penitenciaría Nacional de Támara, a guardar prisión por el termino de ley.
La audiencia inicial se desarrollará el 18 de agosto, a las 10:00 de la mañana, en los mismos tribunales, en la avenida La Paz, en Tegucigalpa.
