TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Once propiedades y empresas que estarían ligadas a un socio del narcotraficante hondureño Sergio Neftalí Mejía Duarte fueron asegurados este miércoles en varias zonas de Honduras en un operativo realizado por la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (Fescco).
Los bienes que se están entregando a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) son una vivienda situada en la Residencial La Cumbre, sector de Lomas del Guijarro en Tegucigalpa, además de tres terrenos ubicados en la aldea Zambrano de Francisco Morazán, tres vehículos y cuatro sociedades mercantiles.
El Ministerio Público (MP) informó que de acuerdo al expediente de privación, estos bienes pertenecían a Orlando Alexander Berríos Escoto, quien fue asesinado en septiembre de 2014 y su cadáver fue encontrado en el municipio de Jano, departamento de Olancho. En el hecho también fueron ultimadas su esposa y su hija.
Berríos Escoto, presuntamente se dedicaba a administrar los negocios de los que era propietario y se le investigaba por sus supuestos nexos con Mejía Duarte en las actividades de la organización criminal que dirigía el que se convirtió en el segundo hondureño extraditado a Estados Unidos, después de Ramón Matta Ballesteros.
EL CRIMEN CONTRA BERRÍOS ESCOTO Y SU FAMILIA
EL 21 de septiembre de 2014, fue encontrado en avanzado estado de putrefacción, con un tiro de gracia en la cabeza y con fuertes indicios de tortura, el cadáver del empresario Orlando Alexander Berríos Escoto, de 54 años, en el municipio de Jano, departamento de Olancho.
El ahora occiso era el esposo de la señora Clara Francis Melara García, de 48 años, y padre de la joven Alexandra Berríos, de 17 años, cuyos cadáveres fueron descubiertos días antes dentro de su casa ubicada en la residencial Las Cumbres, aledaña a las Lomas del Guijarro. Según el dictamen de Medicina Forense, ambas fallecieron a causa de asfixia.
Desde el macabro hallazgo de los cuerpos de las féminas, las autoridades dieron como desaparecido a Berríos Escoto, por lo que equipos de la extinta Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) iniciaron las pesquisas orientadas a esclarecer el caso.
La misma noche que se encontraron los cuerpos sin vida de madre e hija, apareció la camioneta marca Toyota Land Cruiser, color negro, con placas PDG-3108, propiedad de Berríos Escoto, por lo que técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la DNIC realizaron la requisa correspondiente.
EXTRADICIÓN Y CONDENA DE MEJÍA DUARTE
Sergio Mejía Duarte, presunto socio de Orlando Alexander Berríos Escoto, fue capturado en Honduras en agosto de 2017 en el Valle de Amarateca, en la salida al norte del Distrito Central.
Y el 9 de enero de 2018, un jurado de Miami, Estados Unidos, encontró a Mejía Duarte, de 41 años, culpable de conspirar para distribuir más de cinco kilogramos de droga con el conocimiento de que la cocaína sería importada ilegalmente a los Estados Unidos.
El comunicado emitido por las autoridades estadounidenses señala que el catracho era el encargado de dirigir una organización internacional de transporte de narcóticos a gran escala con sede en Honduras y Guatemala.
A través de esta red, Mejía Duarte y sus trabajadores recibieron cientos de kilógramos de cocaína de Colombia y Panamá y los almacenaron temporalmente en Honduras, luego fueron trasladados hacia México y Estados Unidos.
Además, establece que gran parte de la droga que movilizó el hondureño era suministrada al cartel dirigido por Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
‘Hasta su arresto, Sergio Neftalí Mejía Duarte era un narcotraficante violento y prolífico cuya organización criminal suministraba cocaína al Cartel de Sinaloa, sabiendo muy bien que el veneno llegaría a nuestras calles’, dijo el Secretario de Justicia Auxiliar Interino, John P. Cronan.
CRIMEN DEL ZAR ANTIDROGAS
Por más de diez años, Sergio Neftalí Mejía operó en la zona del departamento de Colón, específicamente en el valle de Sico, junto a los carteles de Los Cachiros y Wilter Blanco.
El capo fue mencionado por Devis Leonel Rivera, durante su comparecencia ante una Corte Federal en Nueva York sobre su vinculación en el crimen del zar antidrogas de Honduras.
Según la confesión de ‘el Cachiro’, Mejía Duarte y otras ocho personas sostuvieron una reunión para planificar el asesinato del zar antidrogas Julián Arístides González en 2009.
