La prensa está por experimentar un recrudecimiento de los ataques por parte del crimen organizado debido a la serie de denuncias publicadas que han puesto al descubierto la forma de operar de estos grupos ilegales.
La advertencia la hizo el titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Ramón Custodio,luego de evaluar la espiral de violencia que sufre el gremio periodístico y sociedad en general.
“Auguro malos signos para la libertad de expresión frente al actor sin rostro que se llama crimen organizado”, dijo.
“Veo malos signos”, insistió Custodio, porque el periodismo investigativo es un periodismo de denuncia y el periodismo de denuncia pone en riesgo a quienes lo hacen”, acotó.
La acciones de represión de parte de los criminales tienen el objetivo claro de acallar las voces de quienes informan acerca de actividades ilícitas.
Sangre
El Conadeh contabiliza la muerte de 28 comunicadores en un poco más de tres años, de los que 21 han perdido la vida en el gobierno del presidente Porfirio Lobo.
Además de la muerte de periodistas, el organismo humanitario registró en los últimos dos años la expropiación de un medio de comunicación privado -por parte del gobierno-, la suspensión de la nacionalidad a un columnista de un diario, así como el abandono del país de tres periodistas para poder salvaguardar su vida.
De acuerdo con las denuncias atendidas por el ente estatal de derechos humanos, las principales víctimas de persecución y amenazas son periodistas, fotógrafos y camarógrafos que laboran para diario El Heraldo, La Tribuna, La Prensa, Abriendo Brecha, Televicentro, Canal 6 y Radio Globo, entre otros.
Custodio es del criterio que los actos de intimidación contra los periodistas es consecuencia del “autoritarismo que le viene a la gente cuando llega al poder”.
“Nadie está aquí por encima de la ley, el hecho de que alguien me critique no me da derecho a reprimirlo, sino a escuchar su crítica”, declaró.
Añadió que en la medida que se le haga sentir a todos los funcionarios de Honduras, que no tienen más poder que aquel otorgado por la ley, en esa medida vamos a tener menos violencia desde la cúpula, porque la violencia en Honduras se genera tanto arriba como abajo, explicó.
También criticó la negligencia de los operadores de justicia por el deficiente trabajo que hacen para investigar, requerir y juzgar a los culpables de estos actos criminales.