Haberle ganado el pulso a la dirigencia magisterial en el cumplimiento del año lectivo ha dejado beneficios significativos en la reducción de la deserción y reprobación, asegura el ministro de Educación, Marlon Escoto.
El próximo martes se cumplen los 200 días de clases programados en el calendario académico y de acuerdo a cifras del funcionario reveladas a EL HERALDO, esto generó, entre otras cosas, que la reprobación bajara de 6 por ciento en 2012 a 1 por ciento en 2013 en el nivel básica, en donde hay 1.2 millones de niños matriculados.
Esto significa que en 2012 resultaron reprobados 60 mil estudiantes y este año la cifra bajará a 12 mil, es decir, una diferencia de 48 mil niños menos.
Igualmente, la deserción en nivel medio, en donde la población estudiantil es de 600 mil menores, se redujo de 15 por ciento que se contabilizó el año pasado a 6 por ciento en este año. En números totales esa merma representa que en 2012 se registraron 90 mil aplazados y para este año el dato será de 36 mil.
Deserción
En cuanto al nivel de deserción, se contabilizó 1 por ciento en 2013 versus 5 por ciento de 2012, aunque Escoto no precisó cuántos menores representan esos datos.
Marlon Escoto dice, orgulloso, que se ganó “el pulso entre las convocatorias a cerrar las escuelas y no hacerlo” y con ello “el país se pone a tono con el mundo en donde se acepta como días mínimos de clases 200 días”.
En algunos departamentos como Choluteca y Comayagua ya se superaron los 200 días de clases y la próxima semana se cumplirá el promedio general de los 200 días de clases.
Guerra
La dirigencia magisterial, que hoy figura en las planillas del partido Libre, históricamente ha boicoteado el cumplimiento del calendario educativo con la realización de prolongados paros de labores para exigir cumplimiento de demandas salariales.
Aunque sus demandas han sido en muchos casos justificadas, a la dirigencia poco o nada le ha importado que los mayores afectados hayan sido los niños.
Es así que de 2008 a 2012 el promedio de días de clases por año eran 90, según datos de la Secretaría de Educación, o sea que en ese tiempo se perdieron 410 días de clases.
En 2012, de los 18,990 centros educativos registrados, solo un 5 por ciento (647) culminaron el calendario académico sin interrupciones hasta el 30 de noviembre.
Para completar los días no impartidos, se tuvo que obligar a 18,353 centros de enseñanzas a realizar clases hasta el 21 de diciembre.
Y los efectos de la falta de clases han sido evidentes: El año pasado el desempeño en matemática fue de 30 por ciento y en español 54 por ciento.
Pero la Secretaría de Educación también registró que el rendimiento académico en general se incrementó en 2013 en un 8 por ciento, producto del cumplimiento de año escolar.
Los gremios magisteriales nunca habían sido sancionados por interrupciones de clases, algunas de las cuales se realizaban porque los presidentes de estas entidades convocaban a marchas de corte político.
Pero cuando la Secretaría de Educación decidió tomar medidas y levantar actas en escuelas y colegios para sancionar a los profesores que abandonaban sus aulas , la situación cambio.
A regañadientes miles de educadores se quedaron dando clases y no pudieron asistir a las convocatorias de los colegios profesionales en los que se aglutinan unos 55 mil maestros.
Evaluaciones
Pero a los profesores no solo se les obligó a estar frente a sus alumnos, sino que tuvieron que actualizar sus conocimientos en materias claves.
Más de 45 mil maestros fueron sometidos a pruebas de evaluación en español, matemática y pedagógica realizadas por la Dirección General de Evaluación de la Calidad Educativa (Digece) y los resultados revelaron que la mayoría de los profesores tienen un nivel que debe mejorar.
En el nivel “medio” quedaron 33,215 profesores (73 por ciento de los evaluados) que sacaron notas entre 61 y 80 por ciento.
Por otro lado, un total 2,364 educadores (que presentan un 5 por ciento de los evaluados) sacaron de 81 a 100 puntos, o sea están en un nivel alto. En las categorías de nivel insatisfactorio se situaron 9,898 maestros, es decir el 22 por ciento.
