Tegucigalpa, Honduras.- En una jornada llena de emociones, el Motagua vivió un momento inolvidable al visitar la Fundación CRISAQ (Cristianos Asistiendo Quemados) para sorprender a Eduard Daniel Betanco, un niño de 10 años que lucha cada día por salir adelante tras sufrir quemaduras en su rostro y que, pese a las adversidades, mantiene intacta su pasión por el ciclón azul.
A pesar de demostrar timidez al inicio, Eduard dejó en claro su amor por las 'Aguilas' y su admiración por Clever Portillo, su jugador favorito, a quien pudo conocer en persona gracias a la noble iniciativa del club. “Es mi pasión”, respondió Eduard al ser consultado el porqué ser aficionado del Motagua y agregó que es lindo llevar al águila azul en el pecho mientras vestía la camiseta oficial que le regalaron, firmada por Clever, el entrenador Javier López y varios de sus compañeros.
Eduard, protegido por su malla facial, relató que desde el primer partido de Portillo quedó cautivado por su talento y dejó entrever al lateral como un amuleto de la suerte: “La primera copa que juega la va ganando”, dijo con orgullo.
Su madre, Jeymi Paguada, relató que no ha sido fácil para su hijo toda esta situación sumada a la pérdida de su padre, quien le inculcó la emoción por el ciclón: “estaría orgulloso de verlo aquí”. También, recordó entre lágrimas el accidente que cambió sus vidas cuando las llamas cayeron sobre el rostro de su hijo. “Lo primero que hizo fue verse en el espejo y decir: mi cara no, voy a quedar feo”, dijo con la voz entrecortada. “Le prometí que nunca lo dejaría solo y aquí, en CRISAQ, nos han ayudado muchísimo”.
La historia de Eduard conmovió a la afición cuando la Fundación CRISAQ, donde el pequeño recibe tratamiento de rehabilitación, compartió en redes sociales un video en el que él expresaba que su jugador favorito es Clever Portillo. Ese mensaje bastó para que el club capitalino organizara una visita sorpresa al centro, llevando consigo no solo una camiseta, sino una ola de cariño y esperanza.
La visita de Motagua no solo cumplió el sueño de Eduard, sino que también reafirmó el compromiso social del club. “Nuestra afición es la que tenemos que cuidar, guardar y proteger. Jugamos por ellos y para ellos”, expresó el entrenador Javier López, destacando la importancia de acercarse a fundaciones que cambian vidas.
Por su parte, Jairo Landa, jefe de prensa, explicó cómo la publicación en redes sociales de la fundación inspiró la visita: “Para Motagua siempre es un honor hacer feliz a un niño y apoyar causas sociales como esta”.
La Fundación CRISAQ se ha convertido en un refugio de esperanza para niños y familias que enfrentan las secuelas de quemaduras. "Vengan aquí a la fundación, porque los apoyan bastante, es gratuito y es excelente. Aquí me siento mil agradecida con todo el personal, como me quieren a Daniel”, asegura la madre del pequeño, quien hizo un llamado a los padres para cuidar a sus hijos y buscar ayuda inmediata en casos de accidentes.
Eduard no solo se llevó una camiseta firmada, sino también una invitación especial: será el huésped de honor en el partido de Motagua contra Alajuelense por la Copa Centroamericana, donde espera celebrar un triunfo con el “5 a 0” que él mismo predijo.
El encuentro entre Eduard y el club azul dejó una enseñanza que va más allá del deporte: que el verdadero triunfo del fútbol está en la empatía, en la capacidad de unir corazones y en hacer que, aunque la vida ponga obstáculos, siempre haya un motivo para sonreír.