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'La traviata” hoy en el Teatro Nacional Manuel Bonilla

La ópera de Giuseppe Verdi fue la primera en ser presentada en Honduras hace 20 años. Disfrute de un espectáculo único.

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07.03.2013

Con un elenco de 16 operistas, 35 músicos y 35 coristas, “La traviata” vuelve a las tablas del Teatro Nacional Manuel Bonilla (TNMB) después de 20 años de haber sido presentada por primera vez en Honduras. Y como en aquella ocasión, es la Fundación Musical de Honduras la que organiza este gran evento que cuenta con la participación de artistas de México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Previo a la noche de gala de “La traviata” hoy a las 7:00 de la noche, los actores principales de la obra, que tiene dos elencos, platicaron con Vida Cultural sobre la ópera de Giuseppe Verdi, que fue estrenada hace 160 años en Venecia.

Ellos son Ángel Rivas (Giorgio Germont), de El Salvador; Karin Rademann y Julia Pimentel, de Guatemala (ambas interpretan a Violetta); Jehú Sánchez (Giorgio Germont) y Gerardo Reynoso (Alfredo Germont), de México; y Óscar Cáceres (Alfredo Germont), de Honduras.

“La traviata”

“La traviata” es una ópera en tres actos que está basada en la novela de Alexandre Dumas, “La dama de las camelias”, y trata sobre la relación amorosa de Alfredo con la cortesana Violetta, la cual es impedida por el padre del joven, Giorgio Germont.

Pese a que la historia de la ópera no está completamente ceñida a la novela, hay algo que no cambia en ambos relatos, y es el hecho de que “Violetta siempre queda sola y Alfredo nunca llega a verla, y se hizo presente hasta que ya está muerta”, detalló Karin Rademann.

Los actores destacaron la atemporalidad de la obra. Para Julia Pimentel, el personaje de Violetta no es mágico, al contrario, “es uno de los más crudos y realistas que uno puede encontrar, porque Violetta y ‘La dama de las camelias’ son atemporales, es ubicar el mismo problema social en la actualidad con las mismas connotaciones, lo que sucede en una familia donde un muchacho que de alguna manera tiene cierto grado de ingenuidad o de inocencia, sin tanta experiencia en la vida, se tiene que enfrentar a llevar una vida con una persona que posee un pasado, entonces definitivamente es un personaje que se puede ver ilustrado todos los días en nuestros barrios, en nuestra ciudad”.

En consideración de la soprano, lo que es realmente mágico es que Verdi haya transformado en música las vivencias de cada personaje.

Para Óscar Cáceres, Violetta es una mujer de cualquier época, ya que por mucho que haya cambiado la moral de estos tiempos, “es una mujer marcada por la historia, ningún padre ni en ese entonces ni actualmente, por mucho que la moral haya cambiado bastante, va a permitir que su hijo haga eso (casarse con una cortesana)”.

En el caso de Alfredo, “es un joven inmaduro, impetuoso, incluso hasta caprichoso, y ninguna de las decisiones que llega a tomar a lo largo de la historia es pensada o razonada, son tomadas a partir del impulso”, expresó Gerardo Reynoso.

Otra situación que sigue sucediendo en la actualidad, a criterio de Rademann, es “la indiferencia de la gente ante la enfermedad de una persona que fue parte del círculo y de repente se aleja. La frialdad de la sociedad en la que vivimos, eso es una de las cosas”, en relación a la enfermedad de Violetta (tuberculosis).

Sin dejar de mencionar la preocupación del padre de Alfredo, Giorgio Germont, que a toda costa trata de separar a su hijo de la cortesana, hasta que la convence a ella de que la relación afecta la posición y el nombre de su familia; “yo puedo decir en el caso de Giorgio que no es una persona mala, él vivía con todas las reglas que la sociedad imponía y estaba convencido de que estaba haciendo lo correcto, y para esa época eso era lo correcto”, señaló Jehú Sánchez, y agregó que la historia “siempre tiene una connotación moral al final”.

Y para los actores fue precisamente el contexto de “La traviata” lo que hizo que fuera mal recibida por el público en su estreno en 1853; “era una crítica a la sociedad, porque se vio retratada”, dijo Rademann.

De esta manera “La traviata” es una ópera donde están reunidos los más antiguos sentimientos de la historia del hombre, como el amor de un padre hacia un hijo, el amor de un hombre hacia una mujer, el desamor, la amistad traicionera, la ambición, el egoísmo, la intriga, el señalamiento de una sociedad de doble moral y muchas situaciones más que por siglos han acompañado al ser humano.

Es por ello que usted no puede dejar de disfrutar de esta presentación que la Fundación Musical de Honduras realiza en conmemoración de sus 20 años de actividad ininterrumpida, durante los cuales han presentado grandes óperas, como “Caballería rusticana”, “El matrimonio secreto”, “Madame Butterfly” y “El barbero de Sevilla”.

El valor de la entrada a la noche de gala es de 1,000.00 lempiras por persona, además puede reservar un palco por 500.00 lempiras.

Mientras que el sábado es la noche general de “La traviata” en el TNMB, y el valor de la entrada es de 600.00 lempiras por persona.

Los boletos están a la venta en la Galería Orígenes, del centro comercial Los Arcos, y la Fundación para el Museo del Hombre Hondureño (FMHH). Este evento es patrocinado por EL HERALDO.