Salud y Belleza

El sueño, la clave de un buen rendimiento escolar

Dormir bien es esencial para que los niños y adolescentes afronten de la mejor manera su jornada escolar. Establezca una rutina y cree un hábito que sea sostenible en el tiempo
10.02.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los niños necesitan dormir bien no solo para crecer físicamente, sino también para aprender académicamente. Hoy día las familias muchas veces se ven impotentes ante tantos estímulos tecnológicos que terminan inhibiendo el sueño de los niños y también de los adultos. Es por eso que se hace sumamente importante que en el hogar haya una rutina establecida a la hora de dormir, y que pueda ser flexible cuando el momento lo requiera.

La asesora de sueño infantil Valeria Girón pone en contexto la importancia de los buenos hábitos de sueño en la infancia, y la relevancia de esto ahora que los niños han regresado a su jornada escolar.

La rutina de sueño dependerá mucho de la dinámica de cada familia, pero algo debe ser igual, las horas de descanso nocturno deben acercarse lo más posible a las necesidades de horas de sueño de cada niño según su etapa etaria. Girón señala al respecto que para poder implementar una rutina es importante ser constantes, “hay que intentar dejar todo preparado un día antes, ya sea que los niños estén en clases de forma virtual, semipresencial o presencial”.

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Para un buen rendimiento es necesario un buen descanso.

La experta recomienda tener una rutina lo más sencilla posible, “y que no dure más de 30 minutos”, igual de importante es eliminar el uso de pantallas y cualquier aparato electrónico al menos una hora antes de ir a dormir.

Los padres deben ser coherentes y realistas a la hora de implementar una rutina para el regreso a clases, no es de un día para otro que se logran avances, tampoco es recomendable iniciar un día antes del inicio de clases, ya que Girón indica que acomodarse a un nuevo horario o retomarlo puede tomar un poco de tiempo, “por lo general toma entre 14 a 21 días establecer el horario como un hábito”.

Un ejemplo de rutina podría ser un baño con agua tibia, bajar la intensidad de la luz y leer un cuento, algo que al niño le indique que es el momento de descansar, por lo que pasar del sillón donde está viendo televisión a la cama para dormir no sería un ejemplo de higiene del sueño.

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Para lograr que los niños duerman bien es importante que realicen actividades al aire libre.

El sueño según la edad

Dependiendo de la edad, un niño o adolescente puede necesitar más o menos horas de sueño, pero esto, aclara Valeria Girón, puede variar, por lo que “es importante aprender a identificar las necesidades de sueño de nuestros hijos en específico” y evitar caer en comparaciones respecto a otros hijos o niños.

Ahora bien, hay ciertos parámetros que pueden servirle de guía. Por ejemplo, en los primeros dos años de vida un infante necesita de 11 a 14 horas diarias de sueño (incluidas siestas y sueño nocturno), entre los 3 y 5 años, de 10 a 13 horas (los niños de 3 y 4 años podría necesitar hacer siesta); entre los 6 y 12 años, de 9 a 12 horas; entre los 13 y 18 años, de 8 a 10 horas.

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Regule el uso de dispositivos electrónicos, no es adecuado que los niños se lleven el celular a la cama. Foto: Pixabay