TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cualquier colaborador promedio es capaz de reconocer que las relaciones amorosas en el lugar de trabajo están casi tan a la orden del día como las amistades y discrepancias entre el resto de compañeros.
Ya sea que se establezcan de manera oficial o casi por medio de secretos a voces, muchos son los que ligan el terreno del amor y la pasión con las obligaciones laborales, algo que muchas veces resulta contraproducente.
Y es que tiene sentido. Las personas llegan a pasar más de un tercio de su día trabajando, interactuando con colegas, colaborando en proyectos y construyendo relaciones profesionales que luego evolucionan al campo personal. Así que hay que ponerse alerta.
Posibles conflictos
Uno de los principales riesgos al involucrarse sentimental o sexualmente con un compañero de trabajo es el conflicto de intereses. En un entorno laboral, la imparcialidad y la objetividad en las decisiones profesionales debe primar. Sin embargo, cuando hay una relación romántica en juego, estas cualidades pueden verse comprometidas.
Por otra parte, este tipo de vínculos suelen tener un impacto significativo en el ambiente laboral. Los rumores y la especulación en ocasiones surgen con facilidad, lo que puede generar tensiones y malestar entre otros, con o sin justificación. Además, si la relación termina de manera poco amigable, la dinámica del equipo terminará por verse afectada.
Otro riesgo importante a considerar es el potencial de acoso sexual o conflictos legales. Si una relación amorosa en el lugar de trabajo se torna tóxica o no deseada para alguna de las partes, puede dar lugar a reclamos de acoso o discriminación, lo que puede tener graves consecuencias tanto para los involucrados como para la reputación y la imagen de la empresa.
Finalmente, recuerde que aunque puede ser difícil resistirse a la atracción hacia un compañero de trabajo, es importante abordar cualquier relación sentimental con precaución y consideración. Trate de anticiparse al peor escenario posible, y evalúe si vale la pena poner en riesgo su estabilidad laboral por un romance que podría o no salir bien.
Consejos para evitar salir perjudicado
Es importante establecer límites claros desde el principio para lograr una separación adecuada entre lo personal y lo profesional.
La discreción se vuelve norma. Hay que evitar la exhibición pública de afecto en el lugar de trabajo y dejar la relación en privado tanto como sea posible.
Mantener canales de comunicación abiertos y honestos con la pareja y con otros colegas para abordar cualquier preocupación que pueda surgir suele ser positivo.
Deben reconocer que la relación puede no funcionar, y por esto mismo considerar cómo manejarían la situación si el vínculo personal termina de manera poco amigable.
