Los nueve meses del embarazo son un período de tiempo en el que la madre pasa por cambios físicos y emocionales; cuando se acercan las últimas semanas generalmente aumenta la ansiedad por conocer a ese ser en gestación.
La última semana del embarazo, según la fecha prevista, quizá sea el momento de mayor ansiedad, ya que se aproxima la labor de parto.
Sin embargo, a muchas mujeres les sucede que transcurre la fecha prevista por el doctor y aún no sienten los dolores de parto, por lo que la espera se torna más angustiante.
¿Por qué pasa esto?
Para responder a esta interrogante, consultamos con el ginecólogo Mario Waimin, quien explicó que el promedio de duración de un embarazo es de 280 días o 40 semanas.
“La mayoría de las mujeres dan a luz entre la semana 38 y la semana 41 de embarazo. Cuando un embarazo dura más de 42 semanas se le llama posmaduro. Casi seis de cada 100 mujeres dan a luz a las 42 semanas o en una fecha posterior”, detalló el galeno, quien no dudó en responder algunas preguntas en torno al tema.
¿Cómo se calcula la fecha de parto?
La fecha en que el bebé debe nacer, es decir, la fecha prevista del parto, se calcula desde el primer día del último período menstrual. Esta fecha es solo un cálculo de cuándo debe nacer el bebé. Se puede hacer un ultrasonido para ayudar a confirmar la edad del feto. Este examen puede definir con mayor precisión la fecha prevista del parto cuando se hace antes de las 20 semanas de embarazo. “Es menos confiable cuando se hace más adelante en el embarazo. Por este motivo es importante recibir atención prenatal en las primeras etapas del embarazo”, aconsejó el ginecólogo. Usted puede calcular la fecha prevista del parto sumando 40 semanas (280 días) al primer día del último período menstrual. Este cálculo supone que usted concibió exactamente dos semanas del primer día del último período menstrual. “Otra forma de calcular la fecha prevista del parto es de la siguiente manera: piense en la fecha en que comenzó su último período menstrual normal, sume siete días. Retroceda tres meses”.
¿Cuáles son las causas de un embarazo posmaduro?
La causa más común de un embarazo posmaduro es un error en el cálculo de la fecha prevista del parto. En algunas mujeres se debe a que puede ser difícil recordar cuándo ocurrió el último período menstrual. Si la fecha del último período no es correcta, la fecha prevista del parto será incorrecta.
Cuando ocurre realmente un embarazo posmaduro por lo general se desconoce su causa.
¿Cuáles son los riesgos de un embarazo posmaduro?
Los riesgos a la salud del bebé y la madre aumentan si el embarazo se prolonga después de las 42 semanas. Cuanto más se prolongue el embarazo, mayores serán los riesgos. Sin embargo, en solo una pequeña cantidad de embarazos posmaduros ocurren problemas. Después de 42 semanas, la placenta no funciona tan bien como lo hacía anteriormente en el embarazo. Además, en las últimas etapas de gestación la cantidad de líquido amniótico a menudo comienza a disminuir. Menos líquido puede causar que el cordón umbilical se comprima con el movimiento del bebé o las contracciones del útero. Si el embarazo se pasa de las 42 semanas, el bebé tiene un mayor riesgo de presentar ciertos problemas. Estos problemas son síndrome de posmadurez, macrosomía, aspiración de meconio, lesión fetal y nacimiento de un niño muerto.
Las mujeres que están embarazadas después de 42 semanas corren un riesgo mayor de presentar problemas durante el trabajo de parto y de tener un parto por cesárea.
¿Qué tipo de evaluaciones se deben realizar después de la fecha prevista para verificar el bienestar del feto?
Cuando pasa la fecha prevista del parto y el bebé no ha nacido, ciertas evaluaciones pueden ayudarle a examinar el estado del bebé. Tenga en cuenta que ninguna de las evaluaciones puede ofrecer una garantía total. El recuento de movimientos fetales es un examen que puede hacerse en casa. Los bebés sanos por lo general tienden a moverse la misma cantidad todos los días. El recuento de movimientos es un registro de la frecuencia con que se perciben estos. Su ginecólogo le explicará cómo hacer un recuento de patadas o movimientos fetales. Otra evaluación que se usa es la monitorización electrónica fetal, en donde se usan dos correas que se colocan alrededor del abdomen de la madre para sostener sensores que miden la frecuencia cardíaca del feto y la frecuencia de las contracciones uterinas.
Evaluaciones del bienestar fetal
Estas evaluaciones se hacen en el consultorio de atención médica o en el hospital:
- Examen en reposo. Mide la frecuencia cardíaca del bebé durante un período específico de tiempo, generalmente 20 minutos. Sin contracciones uterinas.
- Evaluación por monitor con contracciones. Mide cómo reacciona la frecuencia cardíaca del bebé cuando el útero se contrae. Para provocar contracciones leves del útero es posible que le administren oxitocina en una vena. A veces el útero puede también contraerse por su cuenta, especialmente si el examen se realiza en las últimas etapas del embarazo.
- Perfil biofísico. Este examen usa la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal así como un ultrasonido. Los resultados indican la frecuencia cardíaca del bebé y calculan la cantidad de líquido amniótico. También se examina la respiración, el movimiento y el tono muscular del bebé.
Si un resultado es anormal, se repite el mismo examen o se hace uno diferente. En algunos casos, se recomienda dar a luz.