La aparición de baches gigantes que se abren de improvisto en la tierra -suelen ser noticia-, pero en este caso la primicia es otra.
En apenas 48 horas, las autoridades japonesas repararon un enorme hundimiento de 300 metros cuadrados que apareció en plena calle en ciudad de Fukuoka.
El hoyo comenzó como un agujero de 7 u 8 metros y llegó a medir la mitad del tamaño de una piscina olímpica (30m), llena de agua de tuberías de alcantarillado.
Lo que más asombro ha causado, es que en una demostración de la legendaria eficiencia japonesa, los obreros trabajaron varios turnos para rellenar el hueco con arena y cemento en 48 horas.
La reparación también incluyó tuberías de alcantarillado y la sustitución de semáforos y postes de servicio que fueron tragados cuando el hundimiento se produjo.
El alcalde de Fukuoka, Soichiro Takashima, dijo que el terreno era ahora 30 veces más sólido que antes. 'Me disculpo por haber causado problemas a mucha gente', declaró a la prensa.
La emisora nacional NHK transmitió en internet las obras de reparación, que valieron muchos elogios de los mismos japoneses en las redes sociales.