Reina Marleny Ramírez jamás imaginó que al ingresar a la Villa de las Niñas, su vida iba a dar, literalmente, un giro de 180 grados.
Originaria de la remota comunidad de San José, municipio de Texiguat, departamento de El Paraíso, la jovencita no puede menos que agradecer la oportunidad que se le brinda de formarse en un centro que en el futuro la convertirá en una mujer de bien.
Con Ramírez son 87 niñas del interior del país, todas con el denominador común de venir de hogares en extrema pobreza, las que son educadas en el moderno centro ubicado en el kilómetro 9, carretera a Olancho.
Formación visionaria
Reza un viejo refrán extranjero: “Si enseñas a un niño, educas a un individuo; si enseñas a una niña educas a una familia”. Este dicho popular se volvió uno de los principios del que se han valido las Hermanas de María para preparar a la juventud hacia un futuro mejor.
Cabe mencionar que las Hermanas de María es una congregación religiosa de origen coreano, fundada por monseñor Aloysius Schwartz en 1964 para servir a los pobres en nombre de Cristo.
El carisma de estas hermanas es establecer centros educativos que funcionan tanto como hogar y como escuela para menores denominados Villas de las Niñas.
Esta modalidad de centros se encuentran en Corea del Sur, Filipinas, México, Brasil, Guatemala y ahora en Honduras.
La congregación se hizo presente en Honduras en el 2011, a invitación de las autoridades del gobierno y eclesiásticas.
“Nos establecimos en Honduras con el propósito de brindar educación a las niñas de los sectores más pobres y necesitados del país”, informó sor Aurelia Ramírez, una de las religiosas del centro.
Es así que como si se tratara de barro puro, las 87 jovencitas, son moldeadas en las manos de la Hermanas de María y transformadas en finas vasijas.
El centro funciona como internado, lo que propicia que sus alumnas tengan tiempo para recibir de manera gratuita una educación integral en las áreas académica y técnica.
Sin embargo, lo más relevante es la formación de valores, donde prevalece la ética, la moral y lo espiritual.
La formación académica consiste en el ciclo común de cultura general, mientras que la técnica se orienta a las áreas de computación, corte y confección, gastronomía, entre otras.
Aparte del albergue, las niñas disponen de alimentación, vestuario, materiales escolares y servicios médicos y odontológicos.
“A las alumnas se les incentiva a aprender el valor del trabajo, la disciplina, la honestidad y todo aquello que conduce a un futuro mejor fundamentado en valores y para construir una sociedad justa y fraterna”, expresó sor Ramírez.
El centro se sustenta con donaciones extranjeras procedentes de Estados Unidos, Corea, Filipinas y Europa, entre otras naciones no menos importantes.
Inauguración
La Villa de las Niñas está instalada en un terreno de cinco hectáreas donadas por la Alcaldía Municipal del Distrito Central.
Ayer, en un acto muy significativo donde asistió el presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa; la primera dama, Rosa Elena de Lobo; Lucrecia de Álvarez, en representación de la Alcaldía Municipal, autoridades eclesiásticas, miembros de la comunidad diplomática acreditada en el país, benefactores, entre otros; se inauguró el edificio Doty, talleres, gimnasio y áreas deportiva.
El proyecto estuvo a cargo de la firma Solis Colomer, de Guatemala, donde también participaron constructores y contratistas hondureños.
Las construcciones constan de un edificio de 5,200 metros cuadrados y 4.5 niveles con capacidad para albergar a unas 1,000 niñas.
Hay área de taller, gimnasio, al igual que tanques se cisternas de captación y planta de tratamiento.
Aunque las instalaciones están construidas en las cercanías de dos focos de contaminación: el crematario municipal y la Procesadora Metropolitana de Carnes (Prondeca), el enfoque es que se produzca un impacto de cambio en los alrededores, especialmente en la gente humilde que habita en el sector.
En la inauguración las alumnas dieron cátedra de civismo al momento de transportar la Bandera Nacional y evidenciaron sus habilidades en música, danza folclórica y moderna y taekwondo.