La voz inocente y desinteresada de los niños capitalinos mantiene vivo un eco de solidaridad e ilusión por un mejor futuro.
Aunque no comprenden las peripecias de la política nacional, ellos son consientes de cuáles son sus necesidades y en este 2012 que recién arribó demandan de las autoridades mayor atención y respeto.
La población infantil de la ciudad, compuesta por 350,000 niños, mantiene puestos sus sueños y anhelos en una ciudad más justa y equitativa.
Según un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), alrededor del 70 por ciento de estos niños están entre los cinco y 14 años.
Estas inquietas pero solidarias personitas esperan para el nuevo año más educación, una casa y trabajo para sus padres; salud, educación y un hogar para los niños pobres.
Con apenas 13 años, Carlos Arambú reveló que su mayor petición para 2012 es que a todos los niños pobres las autoridades les brinden la oportunidad de estudiar y alimentarse bien para crecer sanos.
“No todos los niños tenemos papis con buenos trabajos, por eso yo creo que el señor Presidente debe ayudar a los que no los tienen para sobrevivir”, afirmó.
Su petición es un recordatorio de la meta que tienen las autoridades municipales de decretar el 2012 como el año de “cero analfabetismo” en el Distrito Central.
El deseo de Carlitos no está alejado de la realidad, Óscar Turcios, de 13 años, es el hijo de una vendedora ambulante, quien al ver el esfuerzo diario de su madre por sacarlo adelante, le pide a los Reyes Magos que les regalen una casita, aunque sea pequeñita.
“Mi mami trabaja mucho en los mercados, yo le ayudo y me gusta mucho hacerlo, pero aún así no logramos tener una casa de nosotros”, aseguró.
Como Óscar, unos 20 mil niños trabajan en las calles de la capital y la mayoría sueña con asistir a la escuela, tener un hogar propio y no ver sufrir a sus papás por el sustento diario.
Empero, la preocupación más grande del 90 por ciento de los niños encuestados en la Plaza Central son los niños pobres.
Algunos hasta llegaron al punto de solicitar audiencia con el presidente Porfirio Lobo, o el alcalde Ricardo Álvarez para recordarles las necesidades de los menores desamparados.
Ángela Turcios, de diez años, solicitó que a todos los gobiernos estudiantiles de las escuelas que se les permita escribirle una carta al Presidente para darle a conocer sus necesidades.
La menor que sueña con ser abogada, desde ya alza su voz por la defensa de los derechos de sus contemporáneos.
Respeto y amor
El ser pequeño no es símbolo de inferioridad, afirman los infantes. En el diálogo con los representantes de más de un cuarto de millón de futuros ciudadanos, ellos recalcaron el tema del respeto.
Astrid Marcela Méndez, de ocho años, asegura que el mejor regalo para los niños en 2012 es que los adultos los respeten.
“Muchas veces la gente grande nos trata como si no importará nuestra opinión, pero nosotros sí entendemos muchas cosas y queremos decir lo que pensamos”, afirmó con convicción.
Mientras para Kelvin Hernández, de cuatro años, con mantener el amor y el afecto de sus padres le basta para forjarse un futuro brillante.
“Yo solo pido seguir viviendo feliz con mis papás y poder estudiar el otro año. Yo quiero ir a preparatoria”, indicó.
Y el inicio perfecto de nuevo año para Michel Murillo, de cuatro años, es comprar dulces y regalos para todos los niños pobres y poder entregarlos.
“A mí me gustaría tener muchos ahorros para darle un regalito a cada niño pobre”, recalca con una inocente sonrisa.
Como la diversión, juegos y travesuras son parte de su desarrollo, muchos de ellos solicitaron la instalación de parques infantiles en todas las colonias.
Ageline Cruz, de siete años, pide que en su comunidad, en la colonia Montes de Sinaí, ubicada en Comayagüela, haya un espacio recreativo donde jugar con sus vecinas.
“Mi mami me regaña porque a veces rompo cosas en la casa por jugar pelota o saltar de un lado a otro. Me gustaría que hubiera un parque donde jugar fútbol”, afirmó.
Los niños demostraron que tienen una conciencia clara de sus necesidades y abogan a los adultos por el cumplimiento de las más inmediatas.
Sus sueños y anhelos se resumen en mejor acceso a la salud, educación, vivienda, parques de diversión y mejorar las condiciones de vida de los niños pobres.