TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La maleza, el olvido y fuertes cuestionamientos cubren a las casas, que hace más de 30 años fueron ofrecidas como el sueño de tener un hogar para cientos de familias en Ciudad Mateo.
El anuncio de habilitar este proyecto por parte de la presidenta Xiomara Castro causó revuelo en los diferentes sectores de la sociedad, por lo que EL HERALDO se dio a la tarea de consultar a expertos y autoridades de varias organizaciones sobre este proyecto.
Silvio Larios, director ejecutivo de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), expresó que al proyecto se le deben hacer valoraciones legales, financieras ambientales y la parte hidrosanitaria.
“Si vas a rehabilitar algo que tiene muchos años de construido, que ha sido saqueado y afectado por muchos factores, entonces mucha de esa obra ya no sirve y hay que demolerla, y es una actividad extra y muy cara”, expresó Larios.
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Otro de los cuestionamientos es cómo se encuentra el sistema de alcantarillado, que debe volver a construirse, según las condiciones en las que se encuentre.
“Hay que hacer plantas de tratamiento y otras obras de mitigación para poder lidiar con el tema de los desechos humanos, hay que ver el tema de los desechos sólidos, electricidad y accesos viales, hay que hacer todas las consideraciones de costos”, agregó Larios.
El experto en ingeniería dijo que en la actualidad existe mucha tecnología que se puede implementar para reducir el impacto ambiental, pero que a estos mecanismos se les debe dar constante mantenimiento.
“La iniciativa va a venir a contribuir, pero se deben hacer análisis para aprovechar todos los recursos que tenemos, es un enorme reto y debe ser sostenible”, agregó Larios.
Orden y vigilancia
A criterio de Dino Rietti, arquitecto y experto urbanista, el principal problema es la deforestación que puedan causar las personas que vivan en la zona.
“Ciudad Mateo se debe construir arriba de la costa de inundación o del espejo de agua, es decir arriba de los 1,080 metros sobre el nivel del mar”, recomendó Rietti.
El experto urbanista consideró que se debe mejorar la red vial de la zona, ya que no será suficiente para la cantidad de personas que vivan ahí, una vez habilitado el proyecto. “Se debe construir un centro de salud, áreas comerciales para evitar la informalidad en la calle, terminales de buses y taxis, espacios de recreación para los niños, un asentamiento grande ocupa todo estos entornos. Debe ser ordenado”, enfatizó Rietti.
Por su parte, el alcalde de la capital, Jorge Aldana, expresó que se reunirá con las autoridades del Injupemp para conocer todos los trabajos de mitigación que se deben hacer en la zona. “Se requiere una gran inversión para no afectar a la represa Los Laureles. Vamos a estar pendientes y vamos a solicitar que se cumpla con todas las medidas de mitigación”, recalcó Aldana.
Quienes se oponen rotundamente a la habilitación de este proyectos habitacional son las autoridades de las Juntas de Agua de la capital, por el riesgo que existe en la cuenca del río Guacerique que alimenta a la represa Los Laureles.
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