Tegucigalpa, Honduras.- “Hijo, hágame caso, véngase conmigo. Allá está muy peligroso, a cada rato asaltan”, fue la advertencia de un padre a su hijo, mientras ambos discutían en qué punto de taxi corrían menos riesgo de ser víctimas de la delincuencia.
Eran las 7:30 p.m. y la oscuridad cubría el lugar debido a la falta de alumbrado público. El padre decidió esperar en el primer punto, con destino a la colonia San Francisco, mientras que el hijo optó por el segundo, rumbo a la colonia Arturo Quezada.
Aunque se desconoce el desenlace de esta escena, una cosa es clara: el miedo acompaña a cientos de capitalinos que cada noche deben esperar un taxi o autobús para volver a casa. La sensación de inseguridad se agudiza por la falta de iluminación en estos puntos.
Según datos de la Secretaría de Seguridad, en los ultimos cinco años -del 2017 hasta abril del 2025- se han registrado más de mil denuncias por asaltos en el país. El 54% de ellas se interpusieron en el Distrito Central.
Esto quiere decir que, la situación de asaltos en la capital es preocupante y se agrava más en los lugares donde el alumbrado brilla por su ausencia.
EL HERALDO realizó un recorrido por varios sitios de abordaje de transporte en la capital y constató que ninguno cuenta con iluminación adecuada.
Residentes de colonias como Las Brisas, San Francisco, Arturo Quezada, El Retiro, Los Laureles, entre otras, deben enfrentar el temor con tal de llegar a sus hogares.
“Hace poco asaltaron ahí, les quitaron varios celulares. Ahora llegan dos policías a cuidar, pero es porque los mismos taxistas les dan la comida del día para que no se vayan. Mucha gente dejó de venir porque ya era demasiado lo que asaltaban”, relató un taxista, quien prefirió mantener el anonimato por razones de seguridad.
El punto del que hablaba el conductor es el que está ubicado detrás de un centro comercial localizado en el bulevar de las Fuerzas Armadas.
El espacio, aunque es bastante amplio, no tiene lámparas ni nada que les brinde algún tipo de luz, por lo que cuando anochece se torna bastante oscuro, dándole la oportunidad a los delincuentes de cometer delitos.
La historia se repite en la mayoría de sectores de la ciudad: cero alumbramiento y mayor delincuencia.
“La verdad si sería bueno que las autoridades le prestaran atención a este tipo de cosas, porque cuando asaltan no es solo a la gente que espera en una estación, si hay algún taxista también se va en la colada y el despachador ni digamos”, lamentó el taxista.
Además resaltó que esto los hace perder clientes, ya que las personas prefieren solicitar transporte por aplicaciones y evitar ser agredidos por la delincuencia.
El problema es que no toda la población tiene la capacidad de pagar este tipo de transporte, pues cuesta el doble de una carrera común. Son todos ellos los que, día a día, se arriesgan a sufrir algún abuso.
Taxistas, conductores de buses y usuarios, piden a las autoridades municipales velar por la seguridad de cada uno de ellos, comenzando por alumbrar sus espacios de trabajo y más presencia policial.