Tegucigalpa, Hondura.- La nostalgia, los recuerdos y el sabor de antaño volvieron a respirarse en pleno corazón del centro de Tegucigalpa con la reapertura del merendero Chinda Díaz, el negocio representativo de la gastronomía tradicional de la capital.
“Hoy volvemos a abrir las puertas nuevamente para ofrecer los productos tradicionales que tanto les gustan a los capitalinos”, dijo Dennis Nájera, propietario del negocio, con una sonrisa que reflejaba más alivio que cansancio.
La reapertura fue un encuentro entre generaciones. Padres con sus hijos, abuelos con sus nietos y clientes fieles que, tras un mes de espera, regresaron a degustar los sabores que identifican a la tradición hondureña.
“Chinda Díaz se ha caracterizado por los productos nostálgicos y tradicionales como ser nacatamales, burritas de chicharrón, las quesadillas y tustacas, panes de yema”, mencionó Nájera, mientras el aroma de las rosquillas y tustacas invadían el entorno.
Las famosas viejitas, bolillos, miel, pinol y horchata también volvieron a aparecer sobre los estantes, como si nunca se hubiesen ido. Todo con ese toque artesanal que convierte cada mordisco en un viaje a la memoria.
El entrevistado destacó que estos productos no solo son de calidad, sino que forman parte de la identidad culinaria capitalina. Agregó que los tiempos cambian y los jóvenes buscan otros caminos, pero ellos decidieron mantener viva la esencia.
“Vamos dedicándonos a otros rubros y nosotros decidimos mantenernos en este rubro de lo tradicional, histórico, ya que tenemos un gran compromiso con lo que es Chinda Díaz y la capital”, expresó el entrevistado a EL HERALDO.
La historia de este emblemático local se remonta a 1940, cuando inició la primera etapa del negocio. “Nosotros somos una nueva administración, hace más de dos años asumimos el reto y estamos continuando para mantener la historia y tradición de lo que un día fue, que continúe siendo”, dijo el emprendedor con firmeza.
La reapertura no solo trajo de vuelta el sabor, sino también emociones profundas en los herederos del legado. Por su parte, Dariela Reyes, hija de los propietarios, no pudo ocultar su alegría al expresar “que siento mucha gratitud en mi corazón, agradecimiento con Dios por las personas que estuvieron presentes, ya que fue un momento increíblemente duro para mi familia. Nos tocó ser más fuertes que nunca porque realmente esta experiencia nunca la habíamos vivido”, dijo la joven emprededora.
Reyes agregó que volver a ver el negocio de pie es como ver renacer un sueño: “Se siente feliz de poder ver los sueños de nuevo, ya que en su momento creíamos que todo se había perdido, pero aquí estamos de nuevo”, reflexionó.
Los clientes, que durante décadas han sido parte de la historia de Chinda Díaz, también se mostraron emocionados. “Chinda Díaz ha sido muy significativa de la cultura y como cliente me gusta el producto, sobre todo los nacatamales”, expresó Gerardo Viana.
El regreso de este ícono merendero no ha sido sencillo. El pasado 22 de julio un voraz incendio consumió por completo ocho negocios, cuatro de ellos pertenecientes a la familia Nájera Reyes, quienes perdieron más de tres millones de lempiras en minutos.
Aquella tragedia pintó de ceniza las calles del centro histórico de Tegucigalpa, pero un mes después la fortaleza de los propietarios volvió a darle vida al nombre de Chinda Díaz. Su nuevo local está ubicado en el edificio Midence Soto, a pocas cuadras de donde antes se encontraban, siempre en el centro de la capital.
Por otra parte, los trabajos de restauración del inmueble original siguen paralizados, ya que aún no se han extendido los permisos para continuar con los lineamientos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
Sobre el tema, Arleny Walesca, titular de la gerencia del Centro Histórico del Distrito Central, informó que “se extendieron los lineamientos y los dictámenes con los cuales se debe generar una propuesta para la restauración del inmueble”, detalló.
Sin embargo, la propuesta aún no se ha ingresado. “Por tanto, hasta que se apruebe la propuesta se puede dar el permiso”, detalló la titular de la Gerencia del Centro Histórico.