Tegucigalpa, Honduras.- En el corazón del centro histórico de Tegucigalpa se ubicaba Chinda Díaz, un emblemático negocio que, durante casi un siglo, conquistó a varias generaciones capitalinas con el sabor y la textura de su tradicional pan casero.
Sin embargo, la madrugada de este martes 23 de julio, sus instalaciones fueron consumidas por un voraz incendio que no solo causó grandes pérdidas materiales a los propietarios, sino que también borró parte de la historia de la ciudad. El negocio fue fundado por Gumercinda Mendoza, conocida popularmente como "La Chinda Díaz".
Dado su valor patrimonial, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) inició estudios técnicos en los inmuebles afectados.
“El procedimiento es elaborar un estudio y un dictamen técnico del daño que sufrieron los inmuebles. Ya se comenzó a trabajar un personal de nuestra institución que hoy acudió a la zona una vez que el Cuerpo de Bomberos logró controlar el incendio”, informó Rolando Canizales, gerente general del IHAH.
Después del estudio se determinará qué procede. “En caso de que sea la restauración, se va a comunicar a los propietarios y a la Alcaldía del Distrito Central los lineamientos para ello”, detalló.
Canizales aseguró que no se puede restaurar, modificar ni demoler ningún inmueble histórico sin el permiso del IHAH. “Si alguien lo hace, pues está violentando la Ley de Patrimonio Cultural y cometiendo un delito que está tipificado en el Código Penal”, advirtió.
Agregó también que “la casa que nosotros llamamos Chinda Díaz realmente es solo una parte de lo que originalmente era un inmueble mucho más grande. Todos estos negocios que nosotros vemos ahora divididos eran parte de una sola propiedad”, recordó.
Mencionó también que algunos de estos inmuebles han solicitado permisos o autorizaciones al IHAH para ciertas obras de mantenimiento. El último fue otorgado el año pasado para obras en el techo de uno de los negocios siniestrados.
Pérdida histórica
El historiador Jorge Amaya lamentó que las llamas hayan devorado el mítico negocio lleno de historia. “Hemos recibido en esta fecha la triste noticia del incendio de la manzana, donde, entre otras casas, se encontraba el legendario negocio Chinda Díaz. Así como el comedor El Buen Gusto y otros negocios tradicionales que adornaban el casco histórico”.
Recordó que esa casa esquinera ubicada en el costado este de la Catedral San Miguel Arcángel fue fundada hace casi 100 años, más o menos en 1,930 por una reconocida matrona de la ciudad, doña Chinda Díaz.
"Doña Chinda puso ese legendario negocio que, entre otras cosas, vendía pan tradicional de las recetas de las abuelas y también nacatamales, dulces, conservas y otra serie de minucias de nuestra gastronomía tradicional. Creemos que ahí radicaba lo más importante de ese negocio”, resumió Amaya.
El experto recordó que no solo era el inmueble como tal, sino el patrimonio culinario, pues ya era un negocio que preservaba la memoria gastronómica de la ciudad desde el siglo XIX. “Esas recetas que nos vienen desde la época colonial”, aseguró.
Por otro lado, “era un negocio que la ciudadanía le tenía mucho cariño, por tanto, imagínese tener ya casi una centuria de existencia. No cualquier negocio logra mantenerse en el tiempo ante tantas crisis económicas como las que solemos vivir en el país”, reflexionó.
El historiador consideró que negocios antiguos como Chinda Díaz deberían ser incluidos en la legislación como patrimonio nacional.
“Nosotros, incluso con algunos colegas historiadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), comentamos varias veces que la Ley de Patrimonio o la misma Alcaldía debería crear alguna legislación como para reconocer como patrimonio cultural a varios negocios históricos”, concluyó el historiador hondureño.