Tegucigalpa, Honduras.- En el centro histórico de Tegucigalpa cada año se ven más casas abandonadas, con sus paredes deterioradas por grietas profundas y techos destruidos debido a la antigüedad de las viviendas.
Muchas de estas casas sirven de basureros y refugio para personas en condición de calle. Otras presentan arbustos creciendo en sus paredes, lo que denota el total abandono de sus propietarios, y muchas son guaridas de ladrones que ponen en riesgo la seguridad de quienes transitan por la zona.
Se pueden ver viviendas abandonadas en la avenida Gutenberg, todo el centro histórico de la capital, el barrios Abajo y La Concepción, donde se encuentran hasta tres casas seguidas en estado de abandono.
Cada año, las paredes colapsan, quedando solo el recuerdo de aquellos hogares donde muchos capitalinso crecieron en un ambiente seguro y lleno de tradiciones, que fueron sustituidos por la tecnología como la televisión y los celulares.
Para don Antonio Valladares, quien vive en el centro de Tegucigalpa, la delincuencia es uno de los principales factores que genera el abandono.
“Muchos le tienen miedo al centro histórico. Por la idea que es más peligroso que otras zonas. Y prefieren mudarse a zonas residenciales, donde se sienten más seguros”, consideró el entrevistado.
Por su parte, el historiador Jorge Amaya explicó que esta situación se debe al desplazamiento del centro histórico. “Las oficinas del gobierno se salieron en los años 80 y entonces se depreció el terreno”, indicó el experto.
Consideró que para recuperar estas casas debe “haber un plan integral de la alcaldía y los vecinos para la restauración total del centro histórico como pasó en Comayagua con el programa Comayagua Colonial”, recomendó el historiador.
El Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) dicta lineamientos de conservación que los propietarios deben cumplir. “Responsabilidad por el deterioro y la falta de mantenimiento. Los propietarios de inmuebles históricos tienen ese deber”, afirmó el titular del IHAH, Rolando Canizales.
Además, Canizales advirtió sobre las sanciones. “Pueden haber multas de 1 a dos millones de lempiras. Y también puede haber responsabilidad de tipo penal en cuyo caso interviene el Ministerio Público”, indicó el funcionario.