San Pedro Sula, Honduras.- Wilmer Gutiérrez, padrastro de Elvis Eliú Bautista, rompió el silencio y compartió entre lágrimas el dolor que embarga a la familia tras la desaparición del menor, arrastrado por una corriente en San Pedro Sula.
El hombre confesó que durante la búsqueda sintió la necesidad de pedirle perdón a su hijastro. "Yo le pedí perdón a él. Si algún día yo le fallé, fue por corregirlo, nunca por hacerle daño", relató conmovido en Hoy Mismo.
Gutiérrez explicó que decidió participar en los rituales que familiares y vecinos realizaron a la orilla del río como un acto simbólico para invocar la aparición del niño. Entre esos gestos, lanzó su camisa al agua. "Fue en señal de amor, para que él saliera y supiera que nadie lo va a castigar", dijo.
El padrastro destacó que la relación con Elvis siempre estuvo marcada por la disciplina, pero también por el afecto. "Yo lo corregí dos o tres veces, pero lo hice por su bien. Mis hijos me obedecen cuando les hablo, y con él intenté lo mismo", comentó.
Durante la entrevista, Gutiérrez recordó que sus hijos biológicos también lloran la ausencia del pequeño. "El más pequeño me pregunta por él. Yo le digo que se fue de viaje, pero sé que no podré sostener esa respuesta por mucho tiempo", expresó.
El hogar, afirma, quedó devastado tras la tragedia. "Está destruido, porque Elvis pasaba más tiempo conmigo. Ahora ya no sabemos cómo seguir", señaló.
Según su madre Keidy Guillén relató, el domingo 14 de septiembre Elvis salió de casa tras ser animado por amigos a ver los desfiles patrios. "Dicen que él no quería ir, pero lo convencieron. A su regreso se metieron a la quebrada y ahí ocurrió la desgracia", contó.
El incidente se registró en la quebrada La Primavera, cerca de la colonia Los Arcos. Elvis intentó recuperar una sandalia de su hermano cuando fue sorprendido por la corriente.
El inspector Kevin Pérez Vargas se lanzó al agua para rescatar a los menores. Logró salvar a Miguel Umaña, de 11 años, pero perdió la vida junto a Elvis en el intento.
El cuerpo de Pérez fue localizado el lunes 15 de septiembre en el barrio Cabañas de San Pedro Sula. El inspector fue despedido en medio de una multitud que lo llama héroe.
La búsqueda del niño, en cambio, continúa. Familiares, autoridades y voluntarios han recorrido la zona durante cuatro días sin dar con su paradero.