Sucesos

¿Dónde está 'El Chino'?, preguntaron autores de masacre en velorio en salida a oriente de Honduras

Cuatro personas fueron acribilladas por al menos 15 hombres encapuchados que irrumpieron un velatorio de un motorista

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07.02.2017

Tegucigalpa, Honduras
Un velatorio se transformó la medianoche del lunes y la madrugada del martes en un baño de sangre cuando un grupo de encapuchados irrumpió y mató con armas de grueso calibre a cuatro personas.

En una humilde y pequeña vivienda de madera ubicada en la colonia Mirador de Oriente, en la salida que conduce a Danlí, El Paraíso, los parientes y amigos de Iván Ramírez le daban el último adiós.

La familia estaba desconsolada porque unos sujetos le arrebataron la vida el pasado domingo al joven de 20 años, quien era cobrador de bus de la ruta que cubre de la colonia Villa Vieja hacia el mercado de Comayagüela.

Eran las 11:00 de la noche y la casa estaba llena de personas. De pronto se escucharon unos gritos: “Buscamos al ‘Chino’, ¿Dónde está ‘El Chino’?”.

En ese preciso momento, unos 15 sujetos encapuchados irrumpieron el funeral y despojaron de los celulares a todas las personas presentes. Y de inmediato comenzaron a disparar sin piedad dentro de la vivienda.

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El pánico desplazó el sentimiento de luto de las personas, quienes salieron huyendo desesperadas a resguardarse en la parte trasera de la casa.

Las balas alcanzaron a ocho personas, de las que cuatro fallecieron al instante.

En esta humilde vivienda en la colonia Mirador de Oriente se perpetró la masacre de cuatro personas, donde el lunes en horas de la noche unos encapuchados irrumpieron la vela de Iván Ramírez, quien fue asesinado el pasado domingo en la misma casa, mientras dormía.

En esta humilde vivienda en la colonia Mirador de Oriente se perpetró la masacre de cuatro personas, donde el lunes en horas de la noche unos encapuchados irrumpieron la vela de Iván Ramírez, quien fue asesinado el pasado domingo en la misma casa, mientras dormía.

Las víctimas fueron identificadas como Luis Fernando Gómez (24), Juan Gabriel Guillén (31), Andrés Orlando Medina (29) y un menor de edad.

En un instante, los padres de Juan Guillén se vieron obligados a salir corriendo a esconderse. Para salvar sus vidas, las personas se escondieron en unos gallineros.

Hasta un perro que se encontraba en la vivienda fue alcanzado por las balas.

Según relatan los testigos que se encontraban en la vela, el tiroteo duró unos 25 minutos.

Además aseguraron que los victimarios le perdonaron la vida a unos 20 niños que se encontraban en la vivienda.

Una vez que se fueron los sujetos, los sobrevivientes corrieron desesperados para ver cómo se encontraban sus familiares. La escena era dantesca, la sangre estaba derramada en el suelo y los cuerpos, tirados. En seguida, los cuerpos de socorro llegaron a la escena y trasladaron a los heridos al Hospital Escuela Universitario (HEU).

Los afectados fueron identificados como Edwin Steven Ramírez (21), Edgard Betanco (19), Alex Gabriel Hernández (20) y Juan José Guillen (55). A su vez los cuerpos de las víctimas mortales fueron llevados a la morgue de la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público (MP).

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Velatoria mortal
Doña Isaura Matamoros perdió a su hijo Juan Gabriel Guillén y su esposo Juan José Guillén resultó herido.

La pareja viajó desde Talanga a la capital para acompañar a su hijo al velatorio de Iván Ramírez. Juan Gabriel era guardia de seguridad y era primo del fallecido.

“Estoy arrepentida de haber venido, si nosotros no hubiéramos venido, él tampoco”, declaró la señora.

La esposa de Juan no podía creerlo, ya que sus dos hijos quedaron sin padre.

Afuera de la morgue, muchas personas se quebrantaron por la pérdida de sus familiares. Algunos dolientes estuvieron a punto de desmayarse, foto: Alex Pérez / EL HERALDO.

Afuera de la morgue, muchas personas se quebrantaron por la pérdida de sus familiares. Algunos dolientes estuvieron a punto de desmayarse.

Mientras que el padre del guardia de seguridad resultó con leves lesiones en su brazo derecho, quien recibió el alta médica y se fue directo a la morgue para acompañar a su esposa.

En la morgue, los familiares del menor de 17 años, quien también era cobrador de bus, no paraban de llorar. El joven no portaba documentos y, por lo tanto, fue ingresado como desconocido.

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Los familiares estaban preocupados porque querían que les entregaran pronto el cuerpo para llevárselo. “Mi hermano era una buena persona, no se metía con nadie, el problema fue que se fue a esa vela solo a perder la vida”, declaró su hermana con lágrimas.

En las afueras de la morgue se encontraban los familiares de Andrés Medina, sus hermanos y sus primos.

“Yo estuve un ratito en la vela, pero me fui media hora antes, yo le dije a Andrés ‘vámonos juntos’, él se vino conmigo, pero solo se fue a poner la chumpa y luego regresó a la vela”, declaró con un gran pesar Juan Medina, su hermano mayor.

Aseguró que le dijo varias veces a Andrés que no fuera a esa zona porque es peligrosa, pero no le hizo caso.

A Andrés le decían “Chino” y era la persona a quien andaban buscando los encapuchados. Él era ayudante de albañil y estaba trabajando en una obra de construcción en El Hatillo.

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Los familiares de las víctimas tuvieron que esperar por más de seis horas en la morgue para que les entregaran los cuerpos.

Otro de las asesinados fue Luis Fernando Gómez, quien también trabajaba como cobrador de buses. Él deja a su esposa embarazada y un niño de cuatro meses de edad.

La madre de Luis se descontroló totalmente cuando le entregaron el ataúd, a señora se abalanzó encima del féretro llorando. “Levántate de ahí hijo, por favor, para que volvamos a estar juntos, levántate Luis”, exclamó en un gran llanto Lilian Maradiaga.

A Iván Ramírez no lo dejaron descansar ni estando muerto. Después de que varios encapuchados interrumpieron la velatoria del joven de 20 años que era cobrador de bus, solo su madre y su tía quedaron velándolo para pedir por el descanso de su alma, foto: Emilio Flores / EL HERALDO.