Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: Hijos de cumbre

En Honduras, indica la Cepal, más de 3.3 millones de almas (35% de la población) urgen ayuda y 600,000 están en emergencia
19.06.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Bajo excusa de “apoyar a los marginados”, varios presidentes, por ilógicos, vivos, rabiosos o ineptos, no volaron al convite de labiosos estériles llamado Cumbre de las Américas.

Empero, a lo perro, enviaron a otros actores, entre hijos y cancilleres. De 35 países miembros de la Organización de Estados Americanos, llegaron 27. Puro palabrerío en medio del sofoco mundial. En cambio, esa “odiada y “excluyente” cita, la IX recién elogiada en Los Ángeles, California, fue el plato apetecido y peleado por “enemigos” de las injusticias.

No voy, pero ahí les van mis frutos, el canciller, el “secre” privado, el maletero, mi marido, mi mujer, el primer ministro y mi prima, sensual y atenta cuando se me arrima, al fin de cuentas somos del mismo cuento.

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CINE

Este invento de la Cumbre de las Américas nació en 1994 con el entonces presidente estadounidense Bill Clinton. Se dicen “arreglistas” del caos universal, en lo sanitario, por el chorro de plagas como el covid-19, de la migración por corrupción y no por culpa de corruptos que montan teatros donde anulan todo, incluso la miseria con más pobres, su jugosa orgía bancaria, política y geopolítica.

La llaman “agenda ambiciosa” a sus lucros y antojos. “Pelean” por la falta de codiciosos camaradas, igual de infértiles que los más acres imperialistas. Zurdos y diestros, sin duda, siniestros.

En público se aruñan y, en estos festines, se deleitan subiendo sus peculios a líos de los de abajo, arrodillados, directo al matadero por un hilo de majaderos sin recatos ni mesura por su usura.

En su fingida nulidad cazan colosal utilidad. No hay tales que mueren por los rotos si se hacen los locos con una guerra donde mueren todos, menos ellos ni los más poderosos. Inventan y meten el barullo porque ahí está su chanchullo.

Los grandes activan sus gañotes como estrategia para tener en entelequias a las mayorías. A más pobreza, más señorío.

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LODO

Gritan por “igualdades” siendo cínicos e injustos. Cumbres convertidas en clubs de ricachones, de estirados(as) faciales que solo se encharcan las zapatillas cuando urgen de votos para el trono de su nación o de entes mundiales -¿verdad, Luis Almagro?- en que saltan las más absurdas masturbaciones grupales jurando morir por los haraposos usados de banderines por estos bailarines del poder.

En 2005, George Bush predijo una pandemia (nos cayó el covid-19) y no pudo prever el fatal ataque del 9-11 que, siendo presidente del imperio, acabó con miles de vidas por el derribo de las torres gemelas del World Trade Center.

El multimillonario Bill Gates, igual, “vio” la llegada de la peste y sus emporios van en alza, nunca caen. Los de arriba solo miran para abajo si les suma y los de abajo no miran para arriba porque están jodiéndose entre sí. Así el juego mundial.

ASFIXIA

Si las citas de los más grandes actores por abolir cualquier sacrificio dieran efectos positivos y reales nadie estaría asfixiado por un oculto y brusco giro económico mundial con más penuria.

¿Por qué son torpes en frenar el alto costo de los carburantes? ¿Por qué a Estados Unidos lo arropa la inflación? ¿Dejó de ser mágico Joe Biden como se vendió en campaña? En estas guerras nunca mueren los ricos.

“Reyes mágicos” y en sus tierras son candil de la calle oscuridad de la casa con altos e históricos costos del petróleo, de alimentos y con una inflación que inmola millones de hogares.

Solo ciegos adeptos o come cuando hay pueden defender o solapar su torpeza ante chorizo de crueldades maquinadas en cabezas de galanes trabados en los mismos y cursis discursos. Una cumbre de “iluminados” ¿para qué?, ¿a cuenta de qué? Si ustedes, creídos de salvadores, nos tienen al borde del abismo.

La misma perorata de cada encuentro entre héroes hablando, maltratando y matando a los de abajo, mientras en sus circos van adiestrando a sus hijos para que dentro de diez o veinte años repitan y ensalcen sus picardías que emboban la inopia del gentío.

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No más familiones viviendo de carnicerías económicas, sanitarias, de éxodos y golpes climáticos hablando de amor al prójimo saqueando minas y bosques.

Ustedes son amantes de la avaricia y de la mentira; son hijos de la ambición y del cinismo, así que no llegarán a la cumbre de los cielos porque de ustedes manan travesuras y miseria mundial. ¡Perdónalos, Señor, porque sí saben lo que hacen y cuánto mienten!