Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: ¡Cambio de gallinero!

Luis Redondo se desmarcó de Salvador Nasralla. Lo conquistó “Mel” para hacer su obrada aspirada. Si ya lo conocían, ¡aguántenlo!
31.07.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Salvador Nasralla perdió su cabeza en el Congreso Nacional. ¿Por qué asustarse? El exguerrillero tupamaro (no de tripas) y expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, dijo: “El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes realmente son”. ¿Cuáles sorpresas?, solo cambio de gallinero con actores que parecen carros chocones en medio de su borrachera.

“Pepe” Mujica ilustró que los tontos fácilmente se elevan. Hace unos años, el de aquí, “Pepe” Lobo, tras su abrupto divorcio con JOH expresó que la “vida es un gallinero; hoy se está arriba y mañana abajo”. Y aunque la mayoría de políticos siempre levita, lo que estamos viendo, oyendo y leyendo sobre la “clase política” es una pauta irrefutable de que nadie dejará sus codicias ni cinismos.

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Castigo

Para llegar al trono se venden caídos del cielo, sabelotodos, adivinos y mágicos, sus diarios disfraces para, según ellos(as), mantener dormido y domado a un pueblo azotado con un huracán de redes sociales -de oficiales y rivales-. Se atascan en pleitos inútiles que, en lugar de disipar la crisis nacional, la avivan con ardides muy útiles para sus oscuros intereses. Nos gusta el circo político y de cierta prensa así estemos de rodillas.

“Si tomas un perro hambriento y lo haces próspero, no te morderá. Esta es la principal diferencia entre un perro y el hombre”, dijo entre sinfín de verdades Mark Twain (Samuel Langhorne Clemens), periodista y escritor estadounidense, frase que calza con todo aquel o aquella que se sienta aludida en una sociedad catracha preñada de “héroes” (su sueño) fachosos, pero peligrosos.

Lenguas

A falta de seso, citamos a Twain sin la mínima idea de herir la “sabiduría”, el “recato” y la “humildad” que gritan estos galanes haciendo todo lo contrario con total descoco e impunidad. Presumidos, se loan entre sí por escalas -pagadas o no- de revistas y encuestas mundiales, mientras la inseguridad ciudadana y alimenticia nos aplasta por la inmundicia en política. Palían las crisis al gusto de su paladar.

Dan crédito a lo que les sube su maldito ego (Cecia triunfa calladita, cantando y no robando), en cambio, si salen en listas como bandidos, con traje y encaje se hacen un nudo, se glorifican, se hacen víctimas del sistema que hoy tuercen a su antojo (igual que los pasados). Todo es “invento... cacería”, arguyen desde su gallinero con aroma a cantineros de esquina. En cada estación se atontan más.

¡Sí!, son los mismos, de un bando o de otro, señalados en charcos de narcos y corruptos. Les embruja masturbarse de pies a cabeza, negando el fangal de su gallinero. Son gallos y gallinas que en campaña cruzan barriales cargando famélicos. Ya en la butaca se revelan inútiles, arrogantes, pendencieros y fachendosos. De vivir a orillas de prados a competir y fantasear en lujosas camionetas. ¡Qué rico decir adiós al pinche pan con mayonesa! ¿Cuál es tu brinco?

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Obradas

En esa gigantesca mentira de que unos son y ellos no, asoman horas, días, unos pocos meses para ultimar el gallinero. Con sus ponedoras estarán arriba viendo sus enfáticas obradas pensadas por el gallo mayor quien con cacareo y galanteo tendrá, como así lo vemos, su tanteo para meter a sus queridos(as) en su exquisito gallinero. Todos arriba cagando al de abajo. ¿Quién es el de abajo? ¡Gracias, amor!

Con su paja de que “el pueblo elige” se clavaron en el gallinero con todo y sus pollitos. Hijos(as), nietos(as), hermanos(as). Un número redondo, cuadrado y escoltado por “mi hermano” que dirige, camuflado, el otro gallinero que nos afloja el dinero para instalar los gallineros en la Corte Suprema de Justicia y en el muy servil Ministerio Público donde -en privado- el gallo viejo con el ala mata.

¿Por qué andarse por las ramas? No hay tales de Juntas Nominadoras si ya tienen a sus “ganadores” en la bolsa. Dejen ese cacareo de que viene la ONU y mil pinturas para darle vuelta al país. Siete para mí, cinco para vos y tres para aquel. Quince picos por siete años y otros dos para cinco años (dependiendo el “efecto” del INE con su fresco sondeo) en dos gallineros listos para el desquite.

Pronto habrá cacareo de gallos y gallinas en onerosos gallineros que podrían cambiar los linderos de los que tienen mucho dinero. El “pueblo” verá más de lo mismo. Gallos y gallinas defecando sobre su gallinero llamado Honduras. ¡Por sus hechos los conoceréis!