Tegucigalpa, Honduras. –Bajo la premisa: ‘’los grandes libros no pretenden contestar todas las preguntas, sino sembrar dudas’’, se realizó la presentación del libro ‘’Academia y Estado: orígenes de la Universidad de Honduras 1830-1847’’, del historiador y escritor Albany Flores Garca en la máxima casa de estudios.
El evento tuvo lugar el pasado 12 de junio en la sala de proyecciones del CRA, con la moderación del historiador Edgar Soriano.

La presentación del escrito académico contó con la participación de los estudiantes de la carrera de Historia, que entre felicitaciones y la enriquecedora ronda de preguntas no dudaron en acercarse al autor para un tiempo de autógrafos.
¿De qué trata?
“Academia y Estado” es una línea de tiempo que narra la historia de la Universidad en un período comprendido entre 1830 a 1847, y donde el autor señala que la institución ya existía en 1845, y no a partir de 1847 como está registrado hasta ahora.

Además, resaltan los grandes precursores de la educación superior pública de Honduras, considerando que su fundación se debió a los jóvenes Alejandro Flores, Yanuario Girón, Máximo Soto y Pedro Chirinos, y no a José Trinidad Reyes como se ha contado anteriormente la historia.
¿Cómo ha sido la relación histórica entre la Academia y el Estado?
En Honduras, como sucedió en toda América Latina y en el mundo occidental, la Universidad ha sido determinante para la formación de los Estados en el sentido de crear organismos, instituciones e instancias para educar a la gente. Es decir, la Universidad se fundó con el ánimo de ser un pilar indiscutible de la administración pública y esa función la ha cumplido a cabalidad desde su fundación hasta nuestros días.
¿Qué lo llevó a ahondar sobre la historia de la Universidad?
Ha sido parte de un programa de investigación, es decir, vengo escribiendo libros desde hace muchos años. Esta idea surgió en el 2010 con una duda que yo tuve sobre cómo se había fundado la Universidad de Honduras en el gobierno de Coronado Chávez en 1845, siendo él, como se había dicho desde ese momento, un simple carpintero. Yo me pregunté cómo era posible que la Universidad de Honduras se hubiese fundado durante el gobierno de un carpintero y así nació en el 2010 mi interés por estudiar esa historia que después fue creciendo hasta llegar a este libro.
¿Por qué considera usted que es importante ahondar sobre esta historia?
Esencialmente porque la historia de la Universidad es la historia del Estado; de la Universidad emanan los profesionales, los sistemas jurídicos, por ejemplo, con la fundación de una facultad de Derecho se creó por primera vez el Estado jurídico de Honduras, con la fundación de la facultad de Economía se creó por primera vez un sistema financiero, un sistema de mercados, es decir, es totalmente importante que todos los hondureños entendamos que la Universidad sigue siendo, como fue siempre, un pilar del Estado.
¿Cuáles fueron los desafíos al realizar la investigación para este libro?
Bueno, hubo muchos desafíos políticos, económicos y sociales que todos vivimos en el país, esencialmente el desorden de nuestros archivos, el deterioro de nuestros archivos de bibliotecas, la carencia de documentos públicos en las municipalidades, en general, la ausencia de un sistema jurídico que normalice y normativice la red de archivos nacionales que tenemos en Honduras. Necesitamos urgentemente que el gobierno y el Estado apliquen leyes fundamentales para que nuestros archivos sobrevivan.
¿Por qué hasta ahora se da la oportunidad de presentar este libro en la UNAH?
Bueno, porque hay que romper barreras, eso es una pregunta que yo también quisiera que alguien me respondiera. Pero lo que sucede es que cuando son libros como este, que confrontan lo que siempre se ha dicho y se ha tomado como verdad absoluta, pues es normal que haya una cierta resistencia, pero yo creo que el papel de los libros también es ese ¿no?, es ir tocando puertas, abriéndolas, y también abriendo nuevas posibilidades para otras ideas y discursos.