Gracias, Honduras.- Este año se cumplen 117 años de la muerte del poeta Juan Ramón Molina, figura relevante del modernismo en Centroamérica, y Honduras sigue aún saldando la deuda que tiene con él: hacer circular su obra en las escuelas y colegios.
Pero como el poeta nunca muere y el tiempo no siempre arrebata las oportunidades, este año fue propicio para que el Festival Internacional de Poesía Los Confines rindiera homenaje póstumo al gran poeta hondureño, y lo hizo con la presentacón de dos libros: "Poesía reunida de Juan Ramón Molina" y "Prosa reunida de Juan Ramón Molina", los dos volúmenes con los que la Biblioteca Nacional de Honduras Juan Ramón Molina (Binah) inaugura su Colección de Obras Completas.
Armando Maldonado moderó la presentación y conversatorio que tuvo lugar en la sede graciana de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), y en el que estuvieron presentes Anarella Vélez Osejo, ministra de la Secapph; Salvador Madrid, director del Festival de Los Confines, y el poeta Néstor Ulloa.
Maldonado adelantó que se está trabajando en un tercer volumen que compila el trabajo periodístico de Molina, "un texto hasta hoy inédito (...) Cabe recalcar que el ejercicio alrededor de estos libros no ha sido solamente un proceso de compilación, ha sido también un proceso de investigación y revisión histórica. Nuestro equipo de la Biblioteca Nacional y el de la Editorial Nacional Eva Thais, han tenido largas jornadas de trabajo para que tengamos estos libros hoy en la mano".
Molina en la memoria histórica
El poeta Salvador Madrid destacó que para entender a Honduras hay que asomarse a la vida y obra de Juan Ramón Molina, un poeta que ha logrado integrarse al imaginario educativo del país.
"Su obra periodística retrata todo el conflicto social que se estaba viviendo en ese tiempo, y su poesía registra esa interioridad desbordada de un intelectual, de un hombre sensible adelantado a su tiempo, viviendo en un país que todavía se está configurando, que es cruel y donde las cosas se resuelven violentamente", dijo Madrid, y agregó que a Molina se le puede abordar desde la historia, la literatura y el periodismo.
Madrid destacó que Molina en su poesía "es una fiera contenida, si usted ve la poesía de Molina es totalmente impulsiva, fuerte, osada, es una poesía que no envejece".
Anarella Vélez destacó la figura de Molina como la del poeta que reflejó en su obra los conflictos tremendos de su época, "y sufrió las consecuencias de esa inestabilidad política (...) Estuvo preso por sus ideas políticas, cuestionó al gobierno de Terencio Sierra y lo mandaron a picar piedra (...) Pero siguió siendo un acérrimo crítico de la corrupción, la desnudaba y la desvelaba en sus escritos".
Vélez citó a su esposo el poeta Rigoberto Paredes, cuando decía que "el modernismo en Molina fue una forma de resistencia cultural. En la poesía de Molina el modernismo fue una respuesta muy revolucionaria en la época, tanto él como Rubén Darío revolucionaron las letras no solamente de Honduras, sino del mundo".
Madrid resaltó que es importante que se impulsen espacios como los festivales literarios, porque normalmente la poesía se ve como algo lejano o demasiado formal, "y cuesta mucho que la gente entre, pero en la medida aceptemos estos espacios será mucho más fácil comprender lo que hay detrás de figuras tan enormes como la de Molina".
Los dos tomos de la obra de Molina fueron distribuidos gratuitamente tras la presentación del libro, y la Secapph los hará circular gratuitamente en escuelas.